Opinión

Vigilia de San José 2024

CARTAS

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San José, el mayor santo de la historia y patrono de la Iglesia Universal, lo es también de los trabajadores manuales un referente eximio del varón en la familia. De él dijo Santa Teresa: "A otros parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad; a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas".

No se entiende, en España, de larga historia cristiana, que la solemnidad de San José sea día laboral, como tampoco se entendería que lo fuera la fiesta de la Inmaculada. ¿Estupidez o desaprensión de los que gobiernan, o incomprensible inquina contra lo católico? Debe revertirse. En Cataluña son conocidos los josefinos, que consiguieron con coraje y devoción el majestuoso templo de la Sagrada Familia, además del Santuario de San José de la Montaña, dado a conocer por toda España en 2022 con el interesante drama de Pablo Moreno "Petra de San José", sobre la Beata andaluza "Madre de los Desamparados".

¡Qué maravilla, San José! Padre amoroso y esposo fiel cuidó con inefable cariño de María Santísima y del Hijo de Dios e hijo de María, Nuestro Señor Jesucristo. Luminoso el ejemplo de San José para los padres de familia y los sacerdotes, a cuyo paternal cuidado espiritual Dios nos ha puesto (de ahí, que les llamemos "curas").

Desde que el papa Francisco declarara 2021 "Año de San José", en diversas localidades españolas se celebra con gran solemnidad la Vigilia del glorioso San José. En Valladolid, en la Basílica-Santuario nacional de la Gran Promesa. Organizada, esta vez "Año Jubilar del Sagrado Corazón", por la Delegación de Familia y Vida, estuvo presidida por el Sr. arzobispo, don Luis Javier Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española. El templo se vio abarrotado de fieles y fue impresionante la música y cantos del Coro de la propio Santuario.

En su magistral homilía, el arzobispo se centró en la vocación del hombre y la mujer según el plan de Dios en los distintos estados de vida. Entre otras cosas, dijo: "Estamos llamados a la fecundidad en los hijos", en esta sociedad que –advierten los sociólogos– es "de invierno demográfico". Todos "llamados a custodiar la vida", y "el tesoro de la Eucaristía y la santificación de las almas por la gracia a través del orden sacerdotal" y el servicio de los religiosos. En especial, habló de la "la vocación a la maternidad y a la paternidad, con la capacidad de traer hijos al mundo y de ofrecer ternura, cariño". Incluyó a las personas solteras: "releed vuestra situación de utilidad, con corazón casto como San José, custodiando de las personas cercanas". Imploró a San José que bendijera "a los padres de familia", a cuyos hijos Dios regala un alma inmortal y ellos los preparan para ir el Cielo.

Josefa Romo Garlito

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