Las jornadas de estudio universitario y las lamentaciones jeremíacas

"JORNADA, 5.f. pl. Reunión o congreso, normalmente monográfico y de corta duración"; y "ESTUDIO , 1. m. Esfuerzo que pone el entendimiento aplicándose a conocer algo", Diccionario de la lengua española, "dixit" "; pues cuando utilizamos conceptos para los demás, de nada, hay que definirlos perfectamente para que los destinatarios sepan con toda exactitud a qué se refiere el "escribidor" y asimilar mejor, sin dudas, lo que se desea transmitir.

Así, se celebran, con cierta asiduidad, en el ámbito de la universidad, y dirigido a un público "en general", "ciclos de conferencias" donde se expone, se debate, en "ponencias y mesas redondas", por "expertos en el sector", se "abordan" "aspectos" relacionados, más o menos directamente, con la realidad socioeconómica de un territorio y su población, con el objeto de analizarla, conocer su problemática y, con las aportaciones de la ciencia, de la experiencia, de las ideas, del emprendimiento, ofrecer soluciones; todo lo cual es encomiable y digno de admiración, aplauso e imitación.

Para lograr obtener el máximo aprovechamiento del tiempo y "esfuerzo" que supone para los ponentes, asistentes y participantes, en tales eventos; es preciso que aporten, unos y otros, pues entre todos hay que exponer y aprender recíprocamente, que lo manifestado por ellos sea relevante, por exacto, completo, comprensible, sintetizado, estimulante y actualizado, y añada valor e innovación respecto al aspecto económico, social, jurídico, planteado, requisitos imprescindibles para asegurar el buen éxito en alcanzar los objetivos que se pretendan, que a la postre no son otros que contribuir al incremento y justicia del bienestar económico, social y legal de la sociedad, a la que todos nos debemos con la entrega sin reserva a ella, con nuestro trabajo entregado, eficaz, eficiente, riguroso, modélico diario.

La consideración de las posibilidades, de las potencialidades, del afán de superación, del sentido de la responsabilidad, de la labor bien hecha, de evitar disfunciones y cotilleos que tanto hace perder energías necesarias para los demás, exige la aportación de innovación, de soluciones factibles, evitando "3.f.canto lúgubre".

Como la plenitud de cualquier tarea, demanda que lo manifestado y las conclusiones subsiguientes se eleven "a quien correspondan" para que las tuvieran en consideración, que les sea información y documentación relevante, para la toma de decisiones afectantes, por ejemplo, para la elaboración de planes de actuación de su respectiva competencia, y no quedaran únicamente para el recuerdo; pues toda tarea tiene que manifestarse a los demás por si le fuera de utilidad. Por ello, es importantísimo que los medios de comunicación, especialmente los "escritos", como la prensa, al permitir una lectura reposada y atenta de "lo negro sobre blanco", contribuyan a la divulgación, para "general conocimiento", de las actividades de análisis y consideración de una determinada realidad con trascendencia para todos. Siempre hay un "hueco", antes o después, en las "resmas".

Marcelino de Zamora

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