CuZeando en la Ciencia

Combustibles y efecto cohete pluma

Cuando se incrementa el precio del barril Brent, el importe del combustible aumenta rápidamente

Un hombre, mientras reposta en una gasolinera.jpg

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Tomás Gestoso

Tomás Gestoso

Es habitual llegar a la estación de servicio para repostar y sorprenderse por el aumento del coste del diésel y la gasolina. En apenas una o dos semanas desde el último repostaje, el precio de los combustibles ha vuelto a subir notablemente de forma repentina. Por el contrario, cuando el precio del combustible se reduce, el descenso es marcadamente más lento. El efecto cohete pluma explica por qué el precio del combustible vive incrementos tan rápidos y bajadas tan lentas.

El precio del petróleo y, en consecuencia, el de sus derivados como la gasolina y el diésel es sensible a muchos factores. El más conocido es, sin duda, la cotización del barril de Brent. El precio del barril de petróleo Brent se fijó internacionalmente como valor de referencia del precio del petróleo a pesar de existir más de 30 tipos diferentes de petróleo y crudo en el mundo. Se eligió debido a que es un crudo ligero, poco sulfuroso y fácil de transformar en diésel o gasolina. Como curiosidad, el nombre del tipo de petróleo más conocido en Europa viene de un yacimiento petrolífero del mismo nombre situado en el Mar del Norte, bautizado así en honor a un ganso de color oscuro llamado brent goose en inglés.

Ante las previsiones de que la cantidad de crudo en el mercado se reduzca, su precio comienza a subir; es uno de los efectos que buscan los productores

No obstante, el precio de los combustibles no sólo depende de la cotización del barril Brent, también del crudo disponible, del coste de su extracción, de la oferta y la demanda, del cambio de divisa entre el dólar (la moneda en la que se compran los barriles) y el euro, de los impuestos o de los conflictos internacionales y la situación geopolítica de los países productores. A esto hay que añadir las decisiones de la OPEP+, Organización de Países Exportadores de Petróleo, cuyos países miembro determinan el nivel de producción. La organización coordina aumentos y disminuciones en la producción para que todos sus miembros adopten la misma medida, influyendo de forma alcista o bajista en el precio del petróleo.

Por tanto, la permanente variación de precios se entiende teniendo en cuenta que el del petróleo es un mercado de futuros. Así, entran en juego el miedo y las expectativas. Ante las previsiones de que la cantidad de crudo en el mercado se reduzca, su precio comienza a subir. Es uno de los efectos que buscan los productores. Evitar que el precio del petróleo caiga por debajo de unos límites o bien que se acumule demasiado crudo en forma de reservas y, por tanto, pierdan el control sobre su cotización. La suma de todos estos factores hace que ante cualquier cambio mínimo que altere la producción de petróleo o siembre dudas sobre su futuro los precios suben rápidamente como un cohete.

Por otra parte, en el momento en el que la materia prima sube, lo hace el precio minorista. Algo que ocurre incluso cuando el crudo todavía no se ha comprado más caro. Es más, las gasolineras no van al día, ya que compran la gasolina y el diésel con antelación. El combustible que sirven sus surtidores lleva un tiempo almacenado y si fue adquirido a un precio superior, será al que lo vendan para no tener pérdidas. Por eso, cuando el barril Brent baja, llega con un retraso de varios meses al mercado minorista. A su vez, ninguna estación de servicio está dispuesta a ser la primera en bajar sus importes por el riesgo de empezar una guerra de precios con las demás que las perjudicaría en mayor medida. No obstante, cuando se mantiene la caída en los mercados del barril de Brent se comienza a apreciar una bajada en el coste de la gasolina y el diésel de forma que los precios tienden a bajar muy lentamente, como una pluma mecida por el viento, que se va deslizando poco a poco.

La metáfora bautizada como efecto cohete-pluma explica la razón por la que la velocidad de subida y bajada del coste de los combustibles es opuesta. Cuando se incrementa el precio del barril Brent, el importe del combustible aumenta rápidamente, como un cohete, y los conductores lo notan en pocos días. Sin embargo, cuando baja, el importe del diésel y la gasolina desciende lentamente como lo haría una pluma.

(*) Profesor de Física y Analista de Datos

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