Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora

La UNED analizará en unas jornadas el impacto que pueden tener las nuevas energías en la economía de la provincia

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora / Juan Andrés Blanco José Delgado

Juan Andrés Blanco (*) / José Delgado (*)

A mediados del siglo XIX, la provincia de Zamora debía tener, según el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de Pascual Madoz, unos 180.000 habitantes, algo más que en la actualidad. Zamora era entonces una provincia eminentemente agrícola y ganadera de subsistencia. La producción de lienzos bastos y mantas era, fundamentalmente, para el mercado local y los excedentes de granos de algunas comarcas iban a las harineras de Palencia y, especialmente, de Valladolid. Las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz no modificaron sustancialmente la estructura de la propiedad de la tierra, predominando, especialmente en las comarcas de noroeste de la provincia, la pequeña –a veces minúscula–, propiedad, con algunas medianas y pocas grandes en el resto de la misma. Como dato, a la altura de finales de los años veinte del siglo pasado, el 83,5% de los tres millones de parcelas existentes no supera la media hectárea. Los pequeños propietarios y arrendatarios, cuya área cultivada era inferior a las 10 hectáreas, suponen alrededor del 92% del total. Las políticas proteccionistas de los Gobiernos de la Restauración no evitaron el efecto de la crisis agraria de finales del XIX y primeros del XX, motivada por la llegada y competencia de cereales más baratos de países americanos favorecidos por la revolución de los transportes. A la crisis triguera se unió la del sector vitivinícola desde el inicio de los años noventa del XIX con la llegada de la filoxera, favoreciendo que una buena parte de los vecinos de algunos pueblos, como Fermoselle, se marcharán a América.

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora

Imagen antigua de la sala de máquinas de la presa de El Porvenir de Zamora, en San Román de los Infantes. / Archivo

Ni la política aplicada tras la crisis del 98, ni los reclamos de nueva política de “escuela y despensa”, ni tan siquiera el incremento de la formación agraria y la construcción de embalses y regadíos, defendida por los regeneracionistas, cambio sustancialmente la situación de la economía de esta provincia. Esta vio en las primeras décadas del nuevo siglo reducirse su escasa industria textil tradicional, sin incorporarse a las nuevas agroalimentarias, como la derivada de la remolacha azucarera.

Zamora no se benefició apenas en su estructura económica de la posición de España como proveedor de ciertos productos agroalimentarios a los contendientes en la Primera Guerra Mundial. Tampoco le afectó apenas la crisis global iniciada en 1929. Pero sí, y no para bien, la política agraria, especialmente la referida al mercado de cereales, de los Gobiernos de la República.

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora / Archivo

A pesar de la retórica ruralista y castellanista del Franquismo, su política autárquica primero, y el tipo de capitalismo agrario e industrial desarrollado después, comparativamente, no fueron positivos para Zamora. Las nuevas presas del Salto de Villalcampo, inaugurada en 1949, y la del Salto de Castro, en 1952, no supusieron un cambio significativo en la riqueza de la provincia, aunque los efectos de las mismas en otros aspectos sí serán notables. Una muestra irrefutable de ese retraso comparativo lo representa la evolución demográfica. A pesar del notable incremento demográfico cuantificado desde los 180.000 habitantes de mediados del XIX a los 316.000 de 1950, desde entonces la tónica estará dominada por el decrecimiento, lo que se mantiene hasta la actualidad. Esta dinámica no será revertida a pesar del establecimiento y desarrollo de la Autonomía en 1983. Seguirá ampliándose la diferencia económica con respecto a provincias como Valladolid, lo que motivará la sangría (ahora somos pocos más de 166.000 habitantes), y el envejecimiento demográfico.

Esta es la historia, pero debe servir para enfrentar el presente. Como hemos señalado, si no se compensan, en principio, los datos de pérdida poblacional progresiva y el creciente envejecimiento por medio de la contribución de la población vinculada a esta provincia (aunque no residente permanente en ella), el futuro de la misma no es nada halagüeño. Pero el mantenimiento de la población residente, y el aumento de la vinculada, exige incrementar el desarrollo económico y reorientar la gestión de ciertos sectores. En nuestra Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo somos conscientes de esas implicaciones. Por ello, hemos realizado en los últimos meses varias actividades relacionadas con aquellos sectores que entendemos presentan un mayor potencial de desarrollo. También tenemos programadas otras.

Hemos realizado varias sobre el sector de nuestra ganadería y sus productos y abordaremos en otras la renovación tecnológica del mismo. Para el impulso del sector turístico tenemos programado el curso “El arte medieval en tierras de Zamora”, del 16 de abril al 4 de mayo. Sobre el sector vitivinícola, para junio programamos un nuevo encuentro “El Duero/Douro, patrimonio común”, a celebrar en la parte portuguesa. Se centrará en varios temas fundamentales, como el Enoturismo, de muy importante desarrollo en los últimos años en algunas regiones, como la del Douro Superior, y la llamada “Viticultura de precisión”, con proyectos de cooperación en marcha entre bodegas y explotaciones españolas y portuguesas. Aspiramos a que, con el apoyo de administraciones y entidades como la Diputación Provincial, Caja Rural y las Denominaciones de Origen del sector, cada dos años (en su realización en Zamora), estos encuentros se conviertan en un referente nacional e internacional, más allá de la implicación portuguesa.

Por último, somos conscientes de la significación de nuestro sector energético. En 1960 se cuantificaba en Zamora una producción eléctrica de 1.382 GWh, mayoritariamente hidroeléctrica, que nos alzaba a los primeros puestos a nivel nacional. El desarrollo tecnológico y la implantación de nuevas fuentes de energía ha fomentado el incremento de la producción, alcanzado los 3.564 GWh en 2020. La fuente hidroeléctrica continúa representando el mayor porcentaje (63% para ese mismo año, según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico), aunque cada vez van copando un mayor protagonismo otras energías renovables, destacando la eólica y la fotovoltaica, cuya mayor distribución por todo el territorio nacional ha incentivado la reducción de nuestra relevancia de producción energética. Ya hemos mencionado la significativa incidencia que representan algunas de las empresas asociadas a dicho sector, ya desde principios del siglo pasado. Tenemos en marcha el estudio minucioso de su repercusión y su contribución (y déficits de la misma) a la economía zamorana, cuyos resultados se harán públicos una vez finalizado el análisis.

Sin desarrollo económico no hay solución al problema demográfico de Zamora

Parque fotovoltaico en la provincia de Zamora. / Archivo

En relación a ello, para la semana del 4 al 8 de este mes de marzo hemos programado el ciclo “Las energías en la economía zamorana”. Lo realiza nuestra Cátedra con la implicación especial de algunas de las entidades y empresas que forman parte de la misma, como la sede Central de la UNED, la Diputación Provincial, Caja Rural o Ibereólica. No ha sido fácil la programación de esta actividad, pues distintas administraciones y empresas, como el IDAE e Iberdrola, vienen argumentado sistemáticamente, desde hace más de un año, dificultades de agenda u otras circunstancias para no participar. Este hecho nos ha reafirmado en la necesidad de abordar científicamente lo que supone y puede representar este sector de viejas y nuevas energías en el desarrollo económico de Zamora. El ciclo, en formato de conferencias y mesas redondas, está abierto a la asistencia de cualquier zamorano/a interesado/a, además de a los estudiantes y profesores de la UNED, representantes de administraciones (especialmente de los Ayuntamientos que puedan estar más afectados), empresas y asociaciones y plataformas de ciudadanos.

En la primera jornada, a celebrar el 5 de marzo, abordaremos el temas de las presas y los embalses, y la utilización de los mismos, en una ponencia a cargo de la Confederación Hidrográfica del Duero (“Gestión del agua: embalses y presas en la provincia de Zamora”), y en una mesa redonda sobre “Política a seguir respecto a embalses y presas”, con la participación de representantes de los sindicatos agrarios, coordinadora de Ayuntamientos, la Universidad, la Diputación Provincial y la Confederación Hidrográfica. La jornada del día 5 se centrará en las energías renovables con las ponencias “Definición y fuentes de energía renovables. Ventajas e inconvenientes de las mismas”; “Energía fotovoltaica para autoconsumo en el sector residencial” y “Ayudas económicas a la implantación de tecnologías energéticas renovables en el sector residencial”, a cargo de profesores de ingeniería de la UNED. En las sesiones del día 7 se abordarán las “Actividades de la Fundación Ciudad de la Energía (CIUDEN) para el desarrollo de energías renovables” y la “Política de la Junta de Castilla y León sobre energías”, a cargo de presentantes de estas instituciones.

Finalmente, el día 8, se abordará el tema del “Hidrógeno verde y sus posibilidades en la provincia de Zamora” y se desarrollará una mesa redonda sobre “Energía eólica y fotovoltaica en la provincia de Zamora”, con la participación de representantes de la Coordinadora de Ayuntamientos, Caja Rural, la asociación “Otra vez no, en Sayago” y las empresas Ibereólica y Acciona”. El programa sigue abierto a la participación de otras empresas con presencia en el sector en nuestra provincia. Creemos que es una muy buena oportunidad para debatir públicamente, con expertos y representantes de administraciones, empresas y asociaciones, sobre cuál debe ser la contribución del sector energético, en renovación, en el desarrollo económico de nuestra provincia, sin obviar las implicaciones, de todo tipo, que el mantenimiento o la ampliación de energías más tradicionales, como la hidroeléctrica y el desarrollo de las nuevas, deben ejercer.

( *) Cátedra de Población, Vinculación y Desarrollo

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