Zamoreando

Una cita ineludible

Quizá falta, a pesar del esfuerzo de las Fuerzas Armadas, una cultura de defensa

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La cita será, como cada 2 de noviembre coincidiendo con el Día de los Difuntos, en el campo santo de San Atilano. A las once de la mañana, en un emotivo acto presidido por el General de Brigada Julio Rello Varas, General Jefe del Mando de Ingenieros y Comandante Militar de Salamanca y Zamora. Una cita con el recuerdo, con la emoción y con la gratitud hacia todos aquellos a los que "los requirió el deber y lo acataron; con su sangre la empresa rubricaron, con su esfuerzo la Patria engrandecieron". Y abundo en tan hermosa oración que forma parte del ceremonial en Homenaje a los Caídos por España, porque sus versos señalan los rasgos que forman parte del acerbo de valores y de la idiosincrasia de todo buen militar. "Fueron grandes y fuertes, porque fueron fieles al juramento que empeñaron. Por eso como valientes lucharon y como héroes murieron. Por la Patria morir fue su destino, querer a España su pasión eterna, servir en los Ejércitos su vocación y sino. No quisieron servir a otra Bandera, no quisieron andar otro camino, no supieron vivir de otra manera".

Me parece impresionante y, una vez recitada, la culpable del escalofrío que recorre el cuerpo transido de emoción. Para eso hay que sentirse español y entender al ejército y respetarlo y asumir que la finalidad de la política de defensa es la protección del conjunto de la sociedad española, de su Constitución, del pleno ejercicio de los derechos y libertades y de la garantía, independencia, e integridad territorial de España. Además de contribuir a la preservación de la paz y seguridad internacionales en el marco de los compromisos contraídos por España.

Quizá falta, a pesar del esfuerzo constante de las Fuerzas Armadas, una verdadera cultura de defensa en nuestra sociedad, lo que hace que el español, por regla general, sea a diferencia de otros países de nuestro entorno, poco dado a honrar la memoria de los que dieron la vida por su Patria, y no sólo en conflictos bélicos. Hoy en el cementerio de Zamora se enaltece el recuerdo de los militares que dieron su vida por España, entonces y ahora. Un acto que todos los años va ganando público que en medio de un silencio imponente y el máximo respeto, asisten emocionados al acto castrense que congrega alrededor de sencillas y humildes sepulturas, a distintas autoridades civiles y militares.

Desde esta también humilde ventana de papel me uno a todos los participantes en el homenaje a los caídos por la Patria, con la gratitud de una española que lleva a gala y con orgullo ser Embajadora Marca Ejército y que debe su libertad y su seguridad a quienes día a día arriesgan su vida, cuantas veces asumiendo el mayor de los sacrificios, para garantizarlas. Gracias por ayudarnos a estar unidos en la construcción de la paz y la justicia.

Suscríbete para seguir leyendo