Zamoreando

No estamos para disgustos…

Es tremendo que la economía española no pueda llevar un ritmo constante

OPINIÓN

OPINIÓN

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Los españoles no estamos para disgustos de ningún tipo, fundamentalmente no estamos para disgustos económicos. Tantos avisos, tantas advertencias, tantas alertas, tantas alarmas nos traen por la calle de la amargura o nos traen al pairo, una de dos. Unas veces nos mostramos pasotas e indiferentes y otras nos preocupamos en exceso. Tiene que haber un término medio, pero no lo hallamos.

Hay un nuevo aviso planeando sobre el tablón de anuncios de las malas noticias. El presidente del Instituto de Estudios Económicos, Iñigo Fernández de Mesa, nos ha dejado caer una noticia que no esperábamos después de tanto jolgorio triunfalista, en la segunda mitad del año, mitad en la que hemos entrado hace nada, la economía española estará en riesgo de desaceleración. En verano no hay tiempo de pensar en otra cosa que no sea disfrutar, ociar, pasarlo bien. De ahí que no notemos nada. Ya llegará septiembre imponiendo la realidad..

Si es verdad que el contexto económico va a ser más complicado, no es de extrañar que el presidente del IEE reclame como medida la más que necesaria "estabilidad política". He ahí la clave. El señor Fernández de Mesa ha pedido al futuro Gobierno que defienda la empresa porque va a ser "absolutamente fundamental para un buen desarrollo económico". Hay que darle más vitaminas de apoyo al asunto porque se corre el riesgo de que la criatura económica sufra subdesarrollo. Y eso requiere muchos cuidados, por lo tanto, más vale prevenir que curar.

Es tremendo que la economía española no pueda llevar un ritmo constante y se produzca la temida desaceleración. No sujetar con firmeza el pedal de la economía conlleva estos sustos. Y todo lo dicho a pesar de que la economía española crecerá este año un 2,2%, un punto más de lo que se estimaba en diciembre de 2022. Las estimaciones es lo que tienen son evaluaciones, son peritajes que no siempre dan en el clavo. Necesitamos con urgencia que la cosa política se resuelva lo más rápidamente posible porque la incertidumbre que dejan las elecciones preocupan a los inversores y ya sabemos qué ocurre con el IBEX 35 cuando la incertidumbre se enseñorea de la realidad.

Algo bueno en medio de lo malo que se anuncia, el IEE sitúa la estimación de la tasa de paro en el 12,4%, un punto menos que en diciembre. Y si se corrige el déficit público con un plan de sostenibilidad a medio plazo, pues miel sobre hojuelas. Lo que sea menester menos seguir metiéndonos el miedo en el cuerpo a fuerza de desaceleraciones porque, los españoles y nuestros bolsillos no estamos para disgustos.

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