Zamoreando

Protección de datos

¿Cómo es posible que se apele tanto a la susodicha Ley y luego se conculque permanentemente?

ORDENADOR

ORDENADOR / PAULA CLEMENTE. BARCELONA| Alberto Ortega

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

¿Se sabe realmente para qué sirve la Ley de Protección de Datos? La letra dice una cosa y la realidad otra bien distinta. Vamos por partes. Esta Ley orgánica aprobada por las Cortes Generales de España el 5 de diciembre de 2018, tiene por objeto establecer las normas relativas a la protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de los datos de carácter personal por parte de las autoridades competentes, con fines de prevención, detección, investigación y enjuiciamiento de infracciones penales. Hasta aquí, todo perfecto.

Resulta que no se puede facilitar una dirección de correo postal, un e-mail o un número de teléfono así como así, porque se incumple la Ley y supongo que eso será punible. Entonces, ¿Cómo diantre recibimos constantemente, como unas cinco veces al día, llamadas al número del móvil particular, de distintas compañías de telefonía ofreciéndonos sus bondades? ¿Dónde está la protección de datos? ¿Quién facilita a esas compañías nuestro número privado? Un número no tan privado a tenor de lo que ocurre.

Lo peor es la falta de delicadeza de algunas administraciones y centros de todo tipo. Desde la sanidad pública, a los bancos, pasando por los centros donde se realiza el psicotécnico, amén de multitud de administraciones

Lo peor no es eso, siendo como es una cruz. Lo peor es la falta de delicadeza de algunas administraciones y centros de todo tipo. Desde la sanidad pública, a los bancos, pasando por los centros donde se realiza el psicotécnico, amén de multitud de administraciones.

Cómo es posible que se apele tanto a la susodicha Ley y luego se conculque permanentemente. Cómo es posible que te sometan en una sala de espera, donde hay más personas, a preguntas personales como dirección, teléfono y otras cuestiones que está oyendo el resto de gente, y no se corten un pelo al hacerlo.

No, señor, están en la obligación de hacerlo en la intimidad de un despachito o de una salita donde atiendan individualmente a la gente. Ya sean pacientes o administrados o lo que fuere. Por qué tenemos que dar el número del DNI a un señor o señorita que nos lo pide, delante de otras personas. Si eres alguien, estos menesteres se realizan en privado, si no eres nadie, es decir, la mayoría a la que por ejemplo pertenece servidora, entonces casi con luz y taquígrafos.

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