Zamoreando

¿Por dónde van los tiros?

Gago y Guarido afrontan la recta final de la negociación con más lógica de todas las que se han escuchado

David Gago y Francisco Guarido charlan antes de la celebración de un Pleno. |

David Gago y Francisco Guarido charlan antes de la celebración de un Pleno. | / Emilio Fraile

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Sostenía el clérigo francés y escritor, Jacques Benigne Bossuet que “La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir”. Si eso afirmaba en pleno siglo XVII, no le digo ahora la enjundia que podría sacar de la situación actual a todos los niveles. Nuestro don Miguel Delibes opinaba que “Para el que no tiene nada, la política es una tentación comprensible, porque es una manera de vivir con bastante facilidad”. Nada más cierto. Yo sólo sé que todo el mundo habla mal de la política, y sobre todo de los políticos, pero cada quien, en su interior, quisiera formar parte de esa autoexcluyente clase.

Mientras Gago y Guarido, por orden alfabético, afrontan la recta final de la negociación con más lógica de todas las que se han escuchado por los rincones de la muy noble, para proceder al reparto, (eso es un Gobierno de coalición), de las distintas áreas, en el caso de la Diputación y cuando todo los dedos apuntaban a la figura de José María Barrios para presidir la institución provincial, en los mentideros locales se rellena una nueva quiniela.

Las fuentes, que manan libres y rumorosas, aseguran que mientras el vicepresidente primero de la institución será Javier Faúndez, el presidente no sería otro que Jesús María Prada. Eso dicen las fuentes. De ser cierto incumpliría su propia palabra cuando aseguró que la Diputación no entraba en sus planes y que o sería alcalde o permanecería en la oposición. Está por ver. Incumplir la palabra dada es muy feo. Yo veo a Prada más cercano a los postulados de Martin Luther King Jr cuando afirma: “No estoy interesado en el poder por el bien del poder, pero estoy interesado en el poder que es moral, que es correcto y que es bueno”. Nada de moral, correcto y bueno habría en su decisión, de ser esa, de presidir la Diputación.

Como decía hace unos días, ¿qué será, será? Para concluir con la misma estrofa de la conocida canción, el tiempo nos lo dirá. Eso sí, la fuente presume de información de primera mano hasta el punto de que asegura que Barrios, Maíllo y Pozo repetirán en el Senado. No sé si los tiros van por ahí o se trata de los típicos globos sonda para conocer el criterio del personal que, no obstante, quiere rostros nuevos en la política y sólo alguno que otro con experiencia.

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