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Y mientras la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, anunciaba que había firmado, la tarde del lunes, el decreto de la convocatoria de elecciones andaluzas anticipadas para el 2 de diciembre y, por lo tanto, la disolución del Parlamento autonómico, Juanma Moreno, líder de los populares andaluces, anunciaba que los cargos en prostíbulos con las tarjetas black de la Junta utilizadas por responsables socialistas, asciende ya a 32.000 euros. ¡Una pasta! A esta gente le va la marcha. O se lo gastan en comilonas o en putiferios de alto 'standing'. Si no hay para los parias que se jo?roben, pero a ellos que no les falte de ná.

Con semejantes cartas sobre la mesa, la campaña electoral promete desarrollarse movidita. La movida vendrá dada por el despilfarro de los socialistas andaluces adscritos a la Junta. Los populares les echarán en cara los dispendios y estos les hablaran de Rato y la corrupción del PP. Entre todos la mataron y ella sola se murió. Me refiero a la honradez. Ni lo son ni lo parecen. Anden ellos calientes y ríase la gente, empezando por la prensa y acabando por todos los demás.

El Partido Popular de Juanma Moreno denunciaba ante la puerta de un club de alterne que las tarjetas de la FAFFE se usaron también en prostíbulos de Cádiz y Córdoba, además de Sevilla. En total fueron doce juergas por valor de casi 32.000 euros en ocho alternes. Lo tremendo del caso es que todos los dirigentes del Psoe andaluz, con doña Susana a la cabeza, estuvieron negando sistemáticamente la existencia de las tarjetas 'putiféricas'. Durante dos años así ha sido hasta que no les ha quedado más remedio que reconocerlo. Tapar la mierda es lo que tiene, que cuando se destapa, apesta. El hedor es insoportable. Y en Andalucía llevan mucho tiempo trapicheando con la mentira.

Lo de las tarjetas putiféricas no es un invento del PP andaluz. Lo de las tarjetas putiféricas forma parte de la información contenida en los últimos atestados de la Guardia Civil que es quien está destapando todos los agujeros de corrupción que se han abierto en España a lo largo y ancho de la democracia. Una tarea extraordinaria que hay que reconocerle a este Cuerpo 10 de Seguridad. Entre 'juergas' y visitas a los puticlubs, en Andalucía se ha ido dinero a espuertas por ese desagüe en concreto. Se habla de mucho más dinero, concretamente 80.000 euros. Sólo que los investigadores están en ello y no quieren adelantar dato alguno que no esté contrastado.

No sé si el adelanto electoral en Andalucía tiene que ver con este feo asunto. Lo que sí sé es que Podemos, PP e IU habían solicitado la comparecencia de doña Susana en la comisión sobre la Faffe, después de que el consejero de Empleo, Javier Carnero, negara el conocimiento de este tipo de hechos en comisión parlamentaria. Cuanto desconocimiento alegan en cuanto no quieren, valientemente, dar la cara. Por si se la parten, claro. Tengo ganas de encontrarme con políticos valientes y cabales, hombres y mujeres capaces de reconocer errores propios o de sus partidos. Políticos humildes que sepan pedir perdón a tiempo.

Nadie sabe a ciencia cierta el papel que desempeñaba la Faffe ni su utilidad. Lo que todos los andaluces saben es que servía de refugio laboral para socialistas y allegados. Y que costaba un pastón. Y que la comisión ha muerto antes de nacer.