La "posverdad" ha sido admitida hace un par de años por la Real Academia de la Lengua con el significado de "distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales".

Esta definición es contraria a la "mentira como un templo", que es tan evidente que provoca rechazo, y se parece a la expresión de "una verdad a medias". Existe en el diccionario y como siempre mucho antes en la realidad. Hasta en Zamora, donde en los últimos meses comienzan a desmontarse algunas posverdades de las más acérrimas.

La posverdad de que el PP es invencible en la provincia porque tiene más de 6.000 militantes en la Zamora menguante se está desmoronando en cuanto el ligero soplo de democracia que son las primarias ha depurado censos de militantes sin cuota y hasta sin militancia. En palabras del todopoderoso Maíllo, en España no llegan ni al 7% de los afiliados los inscritos para votar. En Zamora los 695 inscritos son menos que los concejales que tienen en los 250 ayuntamientos.

La posverdad de la recuperación económica de los últimos años de gobierno del PP también se cae por el propio peso de la realidad de los 3.000 zamoranos perdidos en cada año de recuperación ¡y sin que el PP haya perdido ni un solo militante! Enredados en la posverdad de la recuperación, ni siquiera el presidente provincial del PP Barrios o el Coordinador estatal Maíllo pueden disculpar el número tan bajo de participantes por la pérdida de habitantes o porque no tienen internet para participar? porque se cargarían la recuperación económica que es otra posverdad irrefutable.

Como la posverdad del desarrollo que traía el AVE a Zamora, que ha desmontado el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea que nos dice que no sólo ha sido cara y lenta su construcción como ya sabíamos, sino que es ineficiente por caro y lento su uso. La velocidad prevista en el AVE Madrid-Galicia es de 110 kilómetros por hora frente a los 350 previstos, y el coste no compensa el tiempo que se ahorra porque cada minuto de ahorro cuesta 69 millones de euros. Tendremos que convivir con un transporte para ricos que va a acabar atravesando la Zamora despoblada y llevándose a los más jóvenes? y a diputados, senadores y coordinadores del PP zamorano de ida y vuelta hasta Madrid.

Otra posverdad que ha llegado hasta Zamora ha sido la de la colaboración público-privada para la construcción de infraestructuras o para prestar servicios, que consistía en que la parte privada adelantaba el dinero a cambio de explotar en exclusiva durante años el servicio y poder resarcirse de lo invertido. En España se aplicó esta fórmula mágica desde la construcción de autopistas hasta la de hospitales, que ahora están siendo rescatados. En Zamora esa posverdad se desmoronó con la Sociedad Anónima de Turismo como servicio, que acabó despidiendo al personal y generando deudas; y ahora llega a obras como la del aparcamiento subterráneo de Reyes Católicos, al lado del Hospital Virgen de la Concha, que por más que se intenta sigue con pérdidas.

Y podríamos poner muchos ejemplos más de posverdades que nos hemos creído a pies juntillas o con ciertas dudas razonables, y que se han revelado con el paso del tiempo como una gran mentira.

Pero acabo como empecé este escrito, con la posverdad sobre las primarias de los partidos, no sólo del PP sino que le ha pasado a Podemos y en menor medida al PSOE: el ansia viva por aparentar ser más grandes les pone en evidencia cuando votan, ya que son menos o no tienen interés, que no sé qué es peor.

Sin embargo, también en Zamora, la idea de que los de IU nunca íbamos a gobernar porque somos tan pocos que "cabíamos en un taxi", con la que nos despreciaban los adversarios políticos, y que nunca rebatimos porque siempre hemos dicho la verdad sobre nuestros militantes y simpatizantes -que somos pocos-, se convirtió hace tres años en una posverdad; es decir, en una manipulación para influir en la opinión pública. Porque se demostró que siendo pocos los militantes, fueron muchos los que nos apoyaron para llegar al gobierno municipal. Como los de IU somos más de verdad que de posverdades, también nos sorprendió que lo dicho no fuera cierto.

Pero es que "a veces, algunas veces, el cantor tiene razón", porque lo que sale por su boca son los ecos del labrador, la mujer, el oprimido? la buena gente de mi tierra harta de posverdades.