Estas situaciones actuales, que algunos llaman coyunturas públicas o políticas, hoy registran en realidad situaciones personales deliciosamente circenses, de opereta bufa o de "singpiel" alemán. Malabaristas y transformistas realizan, como el tan de actualidad espía Francisco Nicolás, (como ejemplo), su trabajo frente a las ígneas candilejas del mismísimo Sol, que nos alumbra algunas mañanas. Una especie de largo y caudaloso Jordán de purificación cruza España en estos días de norte a sur y de oeste a este, como cualquier borrasca atlántica, y es tal que ahora es difícil encontrar un hueco discreto en las orillas o un sitio indeterminado en su lecho para realizar una purificante zambullida casi bautismal.

Nadie acaba de explicarse cómo un pueblo como el español, tan bravo en las peleas de las guerras, pueda caer en tan tropical e infantil manifestación de cobardía civil y social. Acaso sea porque en esa manifestación no participa activamente el pueblo-pueblo, sino lo que se atisba de ahí hacia arriba, políticos y magnates de la cosa, entre otros.

Digamos que hay un honroso y respetado neocapitalismo que bate todas las marcas de acomodación a los cambios estructurales y políticos de la actualidad española. Escuchas la radio y miras la televisión, lees los diarios o revistas y entonces te topas de bruces con el nuevo neocapitalista advenedizo que tiene la desfachatez de declararse paladinamente social y absolutamente alejado de la derecha (vade retro) como si la derecha apestase (que vaya usted a saber). ¿No es eso, amable Pedro Sánchez?

Ha estallado la confusión. El batiburrillo está servido, señores y señoras. Los sucios, los contaminados, los comprometidos son solo aquellos que tuvieron un cargo oficial, una poltrona ministerial, un destartalado sillón municipal de alcalde, etc? Y quedan limpios e inmaculados hipócritamente los que, en apariencia discriminados ladinamente, recibieron del poder en su momento permisos extraños para abrir un banco, para hacer un periódico, para importar desde fuera bienes de equipo, para hacer negocios que aportan a las arcas dividendos cuantiosos, para ir a Suiza a hacer turismo y conocer a los cajeros de algunos bancos importantes de renombre internacional ?

Ante tal descompostura de las cosas salta con fuerza, como un relámpago, la "vox populi"; y saben entonces que no pueden seguir chupando de esta situación de real o ficticia dictadura y por ello se disponen con parsimonia a chupar de las nuevas tendencias europeas democráticas trasparentes. Y hay elecciones y listas y paripé arriba y abajo.

"Sic transit gloria mundi", diría el sufrido y sufriente eremita. El circo y sus funciones deben seguir adelante. Y el último que apague o ? que pague la luz. Y si tiene que ir a chirona unos añitos, que vaya, que ya le guardarán sus ahorros? con interés, que no ande preocupándose.