Estamos ahora a 1 de junio, aquí, en Zamora, en este occidente de Hispania ubicado en la Corona Leonesa (Extremadura-Reino Leonés-Galicia-Asturias), tratando de rememorar aquel otro 1 de junio de 1073, cuando la leonesa ciudad de Zamora ha conseguido superar un cerco, de siete meses y siete días de los ejércitos de la Corona de Castilla, cuando la bravura de Vellido Dolfos ya es un hecho consolidado en la defensa de los derechos de todos y cada uno de los leoneses: de Zamora y, por ende, de la Corona Leonesa, cuando ya esta en Oña (en Castilla La Vieja) el cuerpo exánime del cercador de Zamora el rey castellano Sancho II, cuando las dos infantas leonesas Urraca Fernández (Señora de Zamora) y Elvira Fernández (Señora de Toro) gobiernan la leonesidad -en toda su extensión- junto a su hermano Alfonso VI El Bravo en todo el Regnúm-Imperiúm Hispánico de la Corona Leonesa,?, cuando, en suma, Zamora, por defender lo que es consustancialmente propio cuenta y a los más altos niveles en el occidente medieval europeo.

Los zamoranos han sido retados por la nobleza de la Corona de Castilla y Zamora, en la Corona Leonesa, no se acobarda, no se esconde y da respuesta, presta y mediata, aceptando el reto en voz responsable de Arias Gonzalo. La ciudad de Zamora, como conjunto humano/social/cultural/ambiental/político de todos los zamoranos y zamoranas al cobijo de sus fuertes y recios muros, sigue defendiendo sus legítimos derechos, su dignidad en los procedimientos y actuaciones y su honor sin tacha. Por Zamora luchan, el 1 de junio de 1073, cerca de las murallas inexpugnables de 1072, en El Campo de la Verdad, los hijos de Arias Gonzalo. Zamora, unida toda, está volcada en el lugar, en ese juicio sumarísimo que es el combate de los zamoranos (de toda la Corona Leonesa) contra los castellanos, Zamora es un todo global social en El Campo de la Verdad. Allí Pedro Arias, Diego Arias y Rodrigo Arias han defendido su honor frente al reto, de fuera, de los castellanos.

Los hijos de Arias Gonzalo han luchado con valentía y denuedo, sucumbiendo, en buena lid los dos primeros, Pedro y Diego Arias, y en el combate tercero, Rodrigo Arias, ha quedado como dueño del solar de la liza en El Campo de la Verdad, exhalando su último suspiro en el lugar como poseedor del mismo. El campo del combate es de quien queda en él, y tal mérito correspondió, de entonces, ¡y para siempre!, a Rodrigo Arias, fueron las armas de un caballero leonés (de Zamora), uno de los muchos que defendieron Zamora en 1072, las que 1073 enseñorearon El Campo de la Verdad.

Murió Rodrigo Arias en el propio lugar del combate, murió defendiendo lo nuestro en la Corona Leonesa, pero su defensa de Zamora, de lo zamorano y de los zamoranos, y su aportación a la leoneseidad, alcanzo valores extraordinarios y rasgos épicos a nivel universal.

En 1073 los zamoranos con honor, Zamora con honor, la Corona Leonesa con honor. Por El cerco de Zamora de 1072 por los ejércitos de la Corona Castellana, la urbe leonesa de Zamora está entre las citas más importantes y mejores de épica mundial de la Edad Media y de las otras Edades. Por los combates en la lid de El Campo de la Verdad de 1073, nuestra ciudad: la amurallada Zamora, nuestro ambiente: lo zamorano, y nuestra gente: los zamoranos alcanzan, umbilicalmente unidos a la Corona Leonesa, las más altas cotas, éticas y morales, en pro de todos y cada uno de los considerándoos de la legítima defensa en la salvaguardia de lo que es propio de cada individuo y de la comunidad humana/social/cultural/política a la que este pertenece.

A Pedro Arias, Diego Arias y Rodrigo Arias los llora toda Zamora en 1073, los llora la Señora de Zamora Urraca Fernández y consuelan al alcaide de Zamora, a su padre Arias Gonzalo.

Los ejércitos de la Corona de Castilla no pudieron conquistar en 1072 la ciudad amurallada de Zamora, la fortaleza más importante de la Corona Leonesa, ni con el intento de usar argucias y estratagemas. Los nobles de la Corona de Castilla fracasaron en su intento de emponzoñar el honor de Zamora y la dignidad de sus gentes en 1073. Zamora fue un baluarte militar social en 1072, y un libro épico de comportamiento ejemplarizante en valores de 1073.

«No se ganó Zamora en una hora» nos acompañará siempre a todos los zamoranos y zamoranas, junto a la Seña Bermeja y el león rampante. Será el lema más universal que ciudad alguna, en todo el mundo, pueda tener. Forma parte de nuestra identidad. ¡Es nuestro orgullo!

Ahora en Zamora y en toda la Corona Leonesa, en el 938 aniversario de los combates de El Campo de la Verdad, saquemos amplia lección de unión, compromiso y lealtad, para los que nos precedieron en el pasado y demos gracias a nuestra patrona «N.ª S.ª del Señor Santiago y San Antolín», la Virgen de La Concha, por haber tenido tan extraordinarios conciudadanos zamoranos en nuestros antepasados.

Todas y cada una de las conmemoraciones de la Corona Leonesa (XI Centenario de la Corona Leonesa (Extremadura-Reino Leonés-Galicia-Asturias), el VIII Centenario de la Fundación de A Coruña, etc.) son posibles de realizar ahora, gracias a los defensores de Zamora (el inexpugnable bastión leonés del Regnum Imperium Hispánico de la Corona Leonesa) del año 1072 y a los hijos de Arias Gonzalo que combatieron en El Campo de la Verdad en 1073. Para ese conjunto humano que nos precedió en Zamora, lugar paradigmático de la Corona Leonesa, para todos ellos: ¡¡¡Gloria y honor!!!