Balonmano Zamora -Horneo Alicante: Dos puntos hacia la permanencia

El Balonmano Zamora Enamora tenía este domingo por delante su primera final en busca de la permanencia, y cumplió con creces (31-28), demostrando el ADN de este equipo, aunque con un desgaste absoluto que va a ser la nota predominante hasta final de curso. La segunda fase de la temporada se iniciaba ante el Horneo Alicante, un plantel plagado de calidad individual ante el que debían dar el primer paso hacia la salvación en División de Plata, más aún en el Ángel Nieto, pabellón en el que ansiaban celebrar por todo lo alto el Día del Padre, como así sucedió. La realidad es que los zamoranos han dado un primer paso hacia la salvación en un encuentro completo, en el que dominaron muchos minutos, y en el que supieron gestionar los momentos complicados, que también los hubo, cuando los levantinos se pusieron a tan solo un gol. Un triunfo de madurez para una plantilla a la que le queda un duro camino por delante, pero el primer paso, está dado.

Comenzó el encuentro y lo hizo con un equipo local que no quiso salir a especular y lo dejó más que claro. Segundos tardó Claudio en abrir el marcador y poco más tardó en organizarse una defensa desde la que había que construir la victoria de los Guerreros de Viriato, aunque los alicantinos no estaban dispuestos a ceder, al menos, tan pronto.

El angoleño Claudio Lopes hacía valer su velocidad para tratar de superar al muro visitante, ayudado por un Pancho Bellia que también aportaba al ataque con un ritmo muy alto de los zamoranos que, a pesar de todo, no pudieron evitar que en el minuto 6 Horneo se pusiera por delante por primera vez(3-4), aunque Cubillas devolvía pronto la igualada.

El arranque no estaba defraudando con un BM Zamora tratando de marcar los tiempos e impidiendo que Alicante jugara cómodo y se encontrara con tiros fáciles, aunque era solo un aperitivo de lo estaba por venir. La velocidad era clave para los locales, ante un plantel foráneo que quería pausar el juego y llevarlo a su terreno (6-7, min. 10). Bajo palos, también la actuación de Víctor estaba siendo clave, pero el portero rival no se quedaba atrás, con paradas providenciales que evitaba goles claros de los pistacho.

Con empate a 8 se llegaba al ecuador del primer tiempo, con un BM Zamora que mantenía un alto nivel de juego a nivel colectivo, pero también alentado por acciones individuales como la de David Mach desbaratando un 7 metros que daba oxígeno a los suyos. Así, con los de Fran González aguantando (y por momentos subiendo) el envite de Alicante, el equipo volvió a ponerse por delante en el marcador gracias a una magnífica contra que Jaime González convirtió en el 11-10, una mínima renta que conseguían ampliar poco después con Rubén y Anderson como protagonistas (13-11, min. 24), y a partir de ahí llegaban los mejores momentos.

La velocidad en ataque y la solidez defensiva estaban siendo clave para el cuadro pistacho y a través de ella se consiguió afrontar los últimos cinco minutos del primer tiempo cuatro arriba. El Balonmano Zamora estaba lanzado y parecía haber encontrado el camino de la victoria ante un Alicante que se veía superado en todas las líneas.

Era el momento de aguantar atrás y mantener la renta máxima al descanso, que fue de cuatro arriba gracias a un prometedor 18-14.

El guion esperado tras el descanso (18-14)

La segunda parte se reinició con el guion esperado, un Alicante tratando de recuperar opciones de partido. En dos fogonazos el plantel visitante ya se puso 18-16 demostrando que quedaba un largo camino por delante, más aún con decisiones arbitrales que no hacían más que subir tensión en el ambiente. Sin embargo, Claudio Lopes alargaba su momento dulce y Horcajada y Guille también apoyaban con sendos goles que suponían la máxima ventaja, 23-17 (min. 38) hasta el momento.

Faltaban veinte minutos y verse 6 arriba era sin duda prometedor (aunque no definitorio) para un equipo que necesitaba empezar con buen pie esta segunda fase, pero Horneo aun tenía algo que decir y aprovechó las mínimas concesiones de los zamoranos para recortar en un abrir y cerrar de ojos y volver a meterse en el partido (23-20), obligando a Fran González a un nuevo tiempo muerto para espolear a los suyos.

La premisa no funcionó y el BMZ atravesaba su particular travesía en el desierto, minutos de dudas que daban vida a los visitantes (25-23, min. 18). Lo positivo era que a pesar de esa circunstancia, el equipo mantenía el marcador a favor para llegar a los últimos diez minutos con tres goles de ventaja.

Alicante empujó, aprovechó y acortó, entrando el encuentro en una nueva fase, con todo por decidir en los últimos cinco minutos (27-26, min. 55). El partido subía sin remedio de revoluciones. Jaime Gallego ponía el 29-27 a falta de dos y medio y acto seguido Mach detenía un balón envenenado en una acción que podía valer un triunfo.

Quedaba un minuto, posesión y dos arriba, lo justo para cerrar el primer duelo de esta segunda fase, y así se hizo. Illesca anotó el 30-27 y Claudio puso la guinda a su gran encuentro que debe ser el primer paso hacia la permanencia, 31-28.