El Desguaces Casquero finalizó su temporada el pasado fin de semana tras lograr una remontada hasta el 7-7 definitivo que, si bien no servía para ascender a División de Honor Plata, sí que dejaba buen poso en jugadores y aficionados que abarrotaron La Rosaleda.

Al finalizar el encuentro, lágrimas en los ojos de casi todos os hombres que habían peleado hasta la extenuación y que habían caído pero especialmente doloroso fue para cuatro hombres que, doce meses antes, habían llegado hasta el mismo punto defendiendo los colores del FS Zamora y habían acabado hincando la rodilla.

Ángel Jiménez, Segio Hernández, Sergio Simón y Chema Sánchez son los cuatro compañeros de viaje que han estado en ambas escuadras. Los cuatro siendo protagonistas importantes y todos ellos rozando la gloria en dos temporadas consecutivas: un amargor que ahora duele pero que dice mucho del traajo realizado en esos vestuarios.

Chema Sánchez intentó arengar a sus hombres al término del encuentro después de conseguir levantar, en el descanso del partido, a un conjunto que parecía hundido. Pero las palabras no eran consuelo para Ángel, quien rompió a llorar mientras el equipo agradecía el esfuerzo al público. Tampoco para Sergio Hernández, quien en túnel de vestarios se resignaba del doble desenlace negativo. Tampoco pudo cambiar la historia Sergio Simón pero los cuatro tendrán, el próximo año, una nueva oportunidad.