La reforma del Museo de la Memoria de Ribadelago concluye después de 15 años

Las obras de acondicionamiento del edificio del Ayuntamiento de Ribadelago Nuevo para su conversión en Museo de la Memoria prácticamente están finalizadas dentro del plazo de ejecución de las obras.

La recepción de las obras por parte de la Alcaldía de Galende será inminente, una vez que la obra tenía que estar concluida a 31 de diciembre de este año. Se cumple así el objetivo municipal desde 2009 de dotar al pueblo de Ribadelago de construir un museo dedicado a la catástrofe humana y social por la rotura de la presa de Vega de Tera y que se ha demorado casi 15 años. Una prórroga ha permitido que la fecha de ejecución, en septiembre de 2023, se alargara a diciembre de este año.

El Tera se desborda en Ribadelago con 140 litros de lluvia en 48 horas

Las obras se han costeado con cargo al convenio suscrito entre la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Galende, y que supuso para las obras una subvención de 367.468 euros para comenzar y completar la reforma del inmueble, un presupuesto que hubo que incrementar en casi 100.000 euros por el aumento de precio de materiales.

Todas las instituciones se comprometieron en enero de 2009 a colaborar en la construcción del museo, compromiso que no cumplieron excepto la Diputación Provincial y el Ayuntamiento. En enero se adjudicaron las obras a la empresa Meraki de La Coruña y se comenzaron en el mes de marzo. El retrasó en la recepción de materiales obligó a ampliar el plazo de entrega casi tres meses más, sobre el final previsto en septiembre.

La reestructuración de los casi 500 metros cuadrados del edificio ha reconvertido el espacio en Centro expositivo y didáctico, con una planta baja convertida en sala de exposiciones configurada con paneles de madera y vitrinas incorporadas que soporten los elementos, objetos, fotografías y dibujos que estructuren y ordenen la narración. La musealización está pendiente de realizar, aunque el punto de partida es el material que integró la exposición del 50 aniversario en recuerdo de las 144 personas víctimas de la catástrofe, incluidos enseres ofrecidos por las familias.

La zona de exposición se completa en la planta segunda, con una sala de proyecciones, un almacén y el despacho de dirección y vigilancia del centro.

Silencio, canto y flores en Ribadelago en el aniversario de la catástrofe

Una propuesta de Somoza

El museo cuenta con un pequeño área de en el que se guardará material bibliográfico del Lago y su entorno, de la tragedia y sus efectos, del carácter de sus gentes, de sus costumbres así como de la naturaleza, entre otras.

El edificio tiene forma regular con una superficie total ocupada en planta de 357 metros cuadrados, distribuidos en la edificación de dos plantas con una superficie total de 459 metros.

Destacan dos cuerpos sobresalientes, uno a la parte posterior a la izquierda, en torno al cual se desarrolla la escalera por la que se accede a la terraza, y otro a la derecha en el que se ubica el garaje y cuarto de instalaciones. La geometría de la edificación se mantiene sin alteraciones en la solución propuesta por el arquitecto Francisco Somoza.

La composición funcional se desarrolla en dos plantas destinadas a Museo y actividades culturales y de gestión completarías y un cuerpo de edificación adosado, para cuarto de instalaciones y almacén de una sola planta.

La sala de exposiciones ocupa casi 60 metros cuadrados de la planta baja, a lo que hay que sumar un distribuidor para despacho de casi 7 metros cuadrados, sala de reuniones de casi 10 metros y el archivo de casi 22 metros cuadrados. En la primera planta, de 167 metros cuadrados, se concentran dos salas de exposiciones, de 90 y 16 metros cuadrados, además de una sala de proyección y una sala de reuniones de 40 y 12 metros cuadrados respectivamente

Suscríbete para seguir leyendo