Entrevista | Franca Velasco Periodista y escritora

"Las mujeres son el colectivo invisible en el sector de extinción de incendios"

La autora visibiliza en su primer libro, "Viaje a las mujeres de fuego", el papel femenino en los operativos de incendios forestales

"La huella de los fuegos de la Sierra de la Culebra en tres protagonistas de mi libro es tremenda"

Franca Velasco

Franca Velasco / Cedida

La periodista, Franca Velasco, visibiliza en su primer libro, "Viaje a las mujeres de fuego", el papel femenino en los operativos de incendios forestales a través de once testimonios. El proyecto surgió a raíz de un reportaje que publicó sobre el trabajo de las mujeres en los fuegos que, en el verano 2022, calcinaron la Sierra de la Culebra en Zamora. Su trabajo despertó el interés de una editorial que, una vez ampliado con más testimonios, ha plasmado en un libro.

–¿La idea de escribir el libro surge a raíz de los incendios de la Sierra de la Culebra en 2022?

–Colaboro en un medio digital, "El Plural", y ese verano nos toco escribir muchísimo de los incendios y, especialmente de Castilla y León, porque ese año la arrasó el fuego. Para escribir de los incendios siempre hablaba con portavoces, que eran todos hombres, y un día se me ocurrió preguntarme si no había mujeres en los operativos. Por este motivo, solicité el contacto de mujeres que estuvieran en puestos de extinción de incendios. Me facilitaron varios teléfonos y, en agosto de 2022, hablé con varias mujeres. Me contaron que una estaba en una torre o que otra era técnico de incendios, testimonios que me parecieron muy interesantes porque las mujeres no salen nunca en los medios de comunicación y publiqué un reportaje.

–¿Ese reportaje fue el punto de partida de su primer libro?

–A los pocos días de la publicación del reportaje, que se compartió mucho en redes sociales, se puso en contacto conmigo la editorial, "Biblioteca 451", que publica libros especializados en temas de incendios. A los responsables de la editorial les gustó mucho el enfoque del reportaje y me comentaron que no había ningún libro sobre mujeres en labores de extinción de incendios forestales. Me preguntaron si me apetecía escribir un libro sobre el tema. La editorial es de La Rioja y colabora con otra, "Pepitas de calabaza", que es bastante más grande y me propusieron extender el trabajo al resto de España.

–El libro recopila testimonios de once mujeres, ¿cómo seleccionó a las protagonistas?

–En primer lugar, hicimos una lista de mujeres que tuvieran cosas que aportar y que trabajaran en distintos puestos. De esta manera, nos fueron surgiendo las once mujeres que, al final, son las protagonistas del libro. Además, buscamos mujeres con historias llamativas y, de forma especial, siempre cito a Carmen Orellana, que fue la primera agente forestal de España. Acaba de jubilarse, pero en el año 1982 tuvo que pelear porque, aunque ya estaba en vigor la Constitución española, para ser agente forestal se seguía exigiendo ser hombre y tener cumplido el servicio militar. Carmen tuvo que presentarse en varias ocasiones a las oposiciones. Además, tuvo que mandar un recurso de inconstitucionalidad al Ministerio para que no se produjera una injusticia, porque aprobó las oposiciones con el número uno, pero no le dieron plaza. Al igual que Carmen, otras mujeres han abierto camino al resto en los operativos de extinción de incendios.

–Tres protagonistas de su libro participaron en los devastadores fuegos de la Sierra de la Culebra, ¿cuál fue su aportación a los operativos desplegados para su extinción?

–Una de ellas, Laura Fernández Guerra, que es militar de la UME, estuvo con su cuadrilla en lo que se denomina un atrapamiento. En concreto, la cuadrilla estaba en una especie de claro, que no era más grande que un campo de fútbol, y tuvieron que defender una granja con ovejas y un bosque de encimas al que se dirigía el fuego. Laura cuenta, con todo lujo de detalles, que el incendio fue espantoso. Por otra parte, a Lucía Bartolomé, que está en la base helitransportada de Sahechores en León, la llevaron al incendio de la Sierra de la Culebra, la soltaron con el helicóptero allí y cuenta con mucho detalle un episodio de angustia que vivió en Otero de Bodas, un pequeño pueblo que tuvo que ser desalojado. Lucía narra su experiencia en un momento de extrema ansiedad en el que, a pesar de los esfuerzos, se daba cuenta de que no se podía proteger al pueblo que, al final, se quemó en parte.

–La tercera protagonista es la psicóloga Elena Luque, ¿qué trabajo desempeña una psicóloga en los incendios?

–Elena está especializada en incendios forestales y organiza "debriefing", que son como unos encuentros con miembros del operativo cuando los incendios ya han terminado. Ella se ocupa de estudiar el factor humano en los incendios y de analizar qué falló o, sin responsabilizar a nadie, si se podía haber evitado. Elena ofrece a los miembros de los operativos de incendios soporte psicológico y emocional.

–A las tres mujeres que ha citado, ¿qué huella les dejaron los incendios de 2022 en Zamora?

–La huella de los incendios de la Sierra de la Culebra en tres de las once protagonistas del libro es tremenda. Para Lucía Bartolomé, la del 2022 era su segunda campaña y antes había estado en pequeños incendios. Lucía es muy amante de la naturaleza y le dolía que se quemaran pastos, pero el fuego de la Sierra de la Culebra era diferente. Ella nunca había visto un incendio de esa magnitud. De repente se vio allí, en un momento de extraordinario estrés y sin descanso, porque pasó muchas horas sin comer o sin beber agua, ya que no le daba tiempo a parar. De hecho, Lucía reconoce que fue su prueba de fuego. En el caso de Laura, parecido, porque había participado en incendios pequeños, pero en ninguno como el de la Sierra de la Culebra.

–¿Las mujeres siguen siendo una minoría en los operativos contra incendios?

–Las mujeres todavía son minoría en todas las cuadrillas. La diferencia entre el reportaje, que lo hice hablando con mujeres por teléfono, y el libro, es que me recorrí 4.000 kilómetros para verlas a todas en sus puestos de trabajo. Una de las cosas que más me llamaba la atención es que en todos los centros de trabajo los cuartos de baño son pequeñitos, porque ellas son menos. Algo en lo que coinciden todas es que han tenido que demostrar, como pasa en otras muchas profesiones, el triple para que te tomen en serio, aunque es verdad que algunas tienen mayor fortaleza y mayor autoestima. Todavía existe cierto micromachismo porque si se estropea una máquina nadie preguntaba a estas mujeres si sabían arreglarla y se han visto obligadas a demostrar que saben apagar un incendio con el batefuegos o conducir un autobomba.

–¿Cree que con su libro ha logrado dar visibilidad al trabajo que realizan las mujeres en el sector?

–Alguna de las protagonistas define a las mujeres como el colectivo invisible dentro del sector de prevención y extinción de incendios. Es lamentable que a estas alturas de la vida tengamos que seguir haciéndolo. Hay que poner el foco en estas mujeres para que se vea que están ahí y que su trabajo es igual de valioso, coherente y útil que el de un hombre para luchar contra el fuego en el monte.

–A pesar de los avances, ¿todavía existe un techo de cristal para las mujeres que quieren dedicarse a la prevención y extinción de incendios?

–Queda camino por recorrer porque, desgraciadamente, algunas de las protagonistas del libro ya no están en los puestos que estaban, por unos u otros motivos. La vida no les ha sido favorable en este año que ha transcurrido desde que las entrevisté. Esto no pasa solo en este colectivo, pasa en otros en los que las mujeres siguen siendo la excepción y lo que ellas dicen, que tienen que demostrar su valía cada día, se sigue y se seguirá produciendo. Tenemos mucho que hacer para que eso cambie.

–A nivel personal, ¿qué ha aprendido de las mujeres que protagonizan su obra?

–Hay un primer capítulo en el que reflejo mis recuerdos de cuando era niña. Ya tengo una edad y en la época de mi infancia que las mujeres hicieran este tipo de trabajos era impensable. He aprendido que a las mujeres aún nos cuesta muchísimo ocupar un lugar relevante en algunas profesiones, pero somos capaces de todo. De ellas, me quedo con su fortaleza y que nunca se dan por vencidas.

–¿Tiene previsto presentar el libro en Zamora?

–Me encantaría. Zamora fue protagonista en el verano de 2022, cuando se gestó el libro y sería un buen sitio para presentarlo.

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