Sequía y calor merman la cosecha de castañas en Sanabria

Temporada irregular en la comarca, donde el fruto seleccionado alcanza precios históricos de 3 euros el kilo al productor

Recepción de sacos de castañas de la comarca.

Recepción de sacos de castañas de la comarca. / Araceli Saavedra

La castaña alcanza precios inverosímiles, 3 euros el kilo al productor, en el momento álgido de la campaña en la comarca de Sanabria y Carballeda. La temporada hay sido irregular en muchos sentidos, desde la cantidad –el 50% respecto a las temporadas medias- a la calidad condicionada por el hongo y el gusano.

De los 1.200.000 kilos que se recogen de media en el almacén de Oscisa en Castellanos de Sanabria, la previsión es ingresar entre 700.000 y 800.000 kilos hasta diciembre cuando concluya la temporada de este fruto fresco. La escasez de producto de buena calidad y calibre ha ido incrementando el precio hasta primeros de noviembre. Eso sí, la selección a la hora de recoger es muy estricta, fruto de gran calibre, sano y con buena presencia. Las variedades de brava e injerta son las que a priori han aguantado sequía y temperaturas altas para el otoño.

Planta de castañas en Castellanos de Sanabria. | A. S.

Planta de castañas en Castellanos de Sanabria. | A. S. / Araceli Saavedra

La producción en el noroeste ha descendido un 50 % muy condicionada primero por la sequía del verano y las altas temperaturas hasta mediados de octubre, así lo corroboraban productores de Robledo, una zona de gran producción. El territorio más castigado ha sido algunas áreas de la Alta Sanabria, una de las grandes productoras de la provincia, con un 60% afectado por hongo y bicho. Hilando fino los almacenistas han ido recogiendo sacos y sacos pero con el riesgo de perder buena parte del producto.

Los municipios de Robleda-Cervantes y San Justo son otras dos zonas productoras que han sostenido la producción este año pese a la adversidad, como ha comprobado Oscar López, el responsable de Oscisa.

La castaña que se recoge en la comarca sale a los mercados internos de Madrid, Bilbao y Barcelona y exteriores de Italia y Brasil. El producto se dispensa para el consumo en fresco en tiendas de alimentación, fruterías, mercados, supermercados, grandes superficies. La otra salida es la transformación industrial para harinas y repostería.

Cuando finalice la recogida en Sanabria se completará con la zona de Portugal, aunque en estos territorios la mayor parte está muy afectada por la sequía y el descenso de precio, como reconocían castañicultores de la zona de Vinhais. Compradores y almacenistas, en general, se han retirado del mercado y son contados los que han mantenido la recogida.

José Rodríguez y Manuela García llegan con sus sacos de castañas desde Santa Cruz de Abranes. | Araceli Saavedra

José Rodríguez y Manuela García llegan con sus sacos de castañas desde Santa Cruz de Abranes. | Araceli Saavedra / Araceli Saavedra

El lunes de mercado, José Rodríguez Chimeno y Manuela García Chimeno, llevan alrededor de 70 kilos que han recogido en castaños de su propiedad en Pedralba. Lorenzo Rodríguez es uno de los pequeños almacenistas que recogen a sus clientes habituales. Ese es un factor de confianza, aunque no es de los que más pagan, 2 euros el kilo, sí tiene vendedores que le llevan lo recolectado. José y Manuela "desde hace 10 años". Este año "ha sido mejor de lo que podíamos esperar porque ha sido muy seco".

La batalla de los pequeños castañicultores es con ciervos y jabalíes que se comen las castañas. "Si hay pocas castañas comen todas, pero si hay muchas comen las grandes y dejan las pequeñas". Santa Cruz de Abranes es conocido por la berrea del ciervo, tanto ciervo acaba con todo, castañas, nueces, manzanas y hasta dañando los árboles. Cuando se plan árboles "hay que protegerlos muy bien" además de cerrar las fincas. "Las cintas las respetan unos días pero acaban metiéndose por abajo".

Trabajo en el almacén de Oscisa. | A. S.

Trabajo en el almacén de Oscisa. | A. S. / Araceli Saavedra

Y "el jabalí es un descarado" comiendo todo lo que encuentran. El fruto ha sufrido en esta zona "más por hongo que por gusano". Lorenzo Rodríguez reconoce que la calidad este año es "media baja". Estos setenta kilos de Santa Cruz de Abranes proceden de árboles injertos y "bastante grandes".

Y el precio no compensa todo el trabajo que supone recoger a mano cientos y cientos de kilos de castañas. Horas y mojaduras en estas semanas. Y como decía una vecina de Santa Colomba "si regalas a alguien un kilo de castañas parece que no das nada". Lumbagos, constipados, caídas, torceduras, picadas en las manos son las patologías que se han mantenido lejos de los consultorios hasta terminar la cosecha.

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