La lengua azul se suma a la EHE e impone restricciones en Zamora

Agricultura pone coto al movimiento de reses vivas en la provincia, que ya estaba sometida a las limitaciones derivadas de la EHE

Semental de una finca de Fuentesaúco positivo en EHE. | Cedida

Semental de una finca de Fuentesaúco positivo en EHE. | Cedida / Irene Gómez

Las ganaderías de vacuno de Zamora han entrado dentro de las zonas restringidas con motivo de la lengua azul, una enfermedad vírica no contagiosa que afecta a los rumiantes y que llegaba a la provincia a principios de año. 

La Dirección General de Sanidad de la Producción Agraria ha publicado una orden donde establece medidas específicas de protección en relación con la lengua azul, en la que las comarcas a las que pertenecen Bermillo de Sayago, Alcañices y Puebla de Sanabria han sido denominadas como zonas restringidas.

Esto se traduce en la limitación del movimiento del ganado vivo en estas zonas de la provincia, aunque a efectos prácticos la orden no supondrá un cambio en el manejo actual de las cabezas de bovino, que ya estaban «bajo una restricción» impuesta por la enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE), según ha podido confirmar este periódico con Aurelio González, representante de UPA en Castilla y León. Debido a que la restricción por la EHE está presente en casi toda España, esta nueva orden referente a la lengua azul no supone un cambio a nivel de exportación de animales vivos. 

La lengua azul es un virus que se contagia por un vector, y de la misma manera que la EHE, no supone un riesgo para los humanos, por lo que la leche, carne y piel de los animales contagiados es perfectamente segura. Las restricciones no afectan por tanto al consumo de carne, ya que está permitido el sacrificio de estos animales en matadero, ya que los subproductos son perfectamente seguros. Además, los animales ni se contagian entre ellos ni a los seres humanos, ya que se necesita la presencia de un vector.

En este sentido, la lengua azul preocupa menos que la EHE, ya que sí dispone de una vacuna que ya se está administrando a las ganaderías en las que se han detectado focos de esta infección. Eso sí, tras la llegada de esta orden «deberá intensificarse» la vacunación de las cabezas bovinas, presagia Lorenzo Ribera, representante autonómico de COAG, sobre la lengua azul. 

El coste de la vacuna, además, suele estar cubierto en la mayoría de los casos, por lo que tampoco supone un grave perjuicio económico para los ganaderos. «Los mayores problemas están en el manejo», puntualiza el de COAG sobre las dificultades de uso de las mangas ganaderas, sobre todo, en el caso del vacuno en extensivo, que son precisamente las cabañas más afectadas tanto por la lengua azul como por la EHE debido a que ambas se transmiten a través de un mosquito.

Además de la lengua azul y la EHE, las ganaderías de Zamora afrontan también la tuberculosis bovina, cuyas subvenciones para los titulares de explotaciones con prohibición de movimientos a pastos fueron publicadas la pasada semana, donde se estipulaba un límite máximo de 5.000 euros por beneficiario.

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