La batalla de un ganadero zamorano con la EHE de las vacas: "Esto ha sido un sinvivir"

Ángel Corrales fue el primer ganadero de Fuentesaúco que tuvo una vaca con la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica en su explotación

"Es angustioso venir cada mañana a la finca sin saber lo que te vas a encontrar"

"Nos ha pillado indefensos, sin vacuna y sin saber qué consecuencias traerá"

Ángel Corrales es su explotación de vacas de campo situada en Fuentesaúco

Ángel Corrales es su explotación de vacas de campo situada en Fuentesaúco / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Fueron 33 días peleando, con antibióticos, vitaminas, con hidratación, curas. Un mes de concienzudos cuidados que no han servido para salvar al que fuera un flamante semental de la explotación de Ángel Corrales, la primera de Fuentesaúco donde salió una vaca con la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE). "Se lo comió el mosquito" resume con pesar este productor saucano.

"Me habré gastado unos mil euros con el toro, le metimos de todo y no ha servido de nada. Un semental con 5 años que estaba en lo mejor; de 6.000 euros no bajaba, pero debía de tener la enfermedad muy dentro" relata Corrales, uno de tantos ganaderos zamoranos afectados por "Covid de las vacas" que en Zamora cuenta ya más de 540 animales muertos. Esta finca de 120 vacas limusinas puras suma tres bajas –además del semental, una vaca y un ternero–, y 47 reses han pasado la enfermedad. "Bien se las nota" cuenta el ganadero saucano. A simple vista, es constatable la diferencia entre dos novillas que buscan la sombra juntas, una sana y robusta, y la otra, sin energía ni musculatura.

Una cría empieza a remontar tras pasar serios apuros. | José Luis Fernández

Una cría empieza a remontar tras pasar serios apuros. | José Luis Fernández / Irene Gómez

"Aunque no dejan de salir vacas, aquí la situación está mucho más tranquila. Pero hemos pasado un mes terrible. He estado en un sinvivir, no me he acobardado nunca, pero esto sí lo ha conseguido" confiesa Ángel Corrales sobre la situación que está viviendo el ganado bovino, tan solo limpio de la EHE, por ahora, en las Unidades Veterinarias de Puebla de Sanabria y Benavente.

La gente se piensa que los productos del campo caen del cielo. Que no, que hay que lucharlo día a día, que aquí no hay sábados ni domingos ni bodas ni entierros

"Gracias a Cobadu, sobre todo a Flor (Linares), la veterinaria, que ha estado al pie de cañón. No nos ha dejado ni un momento". "Los ganaderos están derrotados, la gente lloraba, nunca había vivido algo así" reconocía la propia técnica en una charla organizada por la Alianza UPA-COAG. "Ha sido una lucha fratricida, muy insidiosa".

Ángel Corrales con su padre muestra los medicamentos y remedios para el tratamiento de la ganadería. | José Luis Fernández

Ángel Corrales con su padre muestra los medicamentos y remedios para el tratamiento de la ganadería. | José Luis Fernández / Irene Gómez

A sus 52 años, Ángel Corrales, hijo y nieto de agricultores y ganaderos, constata que no se había visto ante una situación igual. Tampoco su padre, que a sus 80 años echa una mano en lo que puede tras ver a su hijo desbordado por el mal de las vacas. "Es angustioso venir cada mañana sin saber cómo te vas a encontrar la explotación".

Calcula unos gastos de 2.500 euros en medicinas igual 2.500 euros, más el sacrificio personal "que ha sido terrible"

Ángel Corrales cuestiona cómo "no se han tomado medidas" desde que en noviembre de 2022 la enfermedad entró por Cádiz. "Nos ha pillado indefensos, sin vacuna y sin saber las consecuencias de todo esto. Porque lo que está claro es que los animales quedan muy tocados. Adelgazan porque se han pasado días sin comer ni beber, no tenían fuerzas para nada. Las úlceras, el morro y las ubres muy irritadas, afecta a la boca, a los ojos, al intestino, respiran mal, dan tres pasos y se tumban. Es agobiante ver así al ganado. Había que ponerles agua y comida porque por sí mismas no podían" describe Ángel mientras muestra el rosario de remedios caseros y medicamentos con los que ha hecho frente a la epidemia. Calcula unos gastos de 2.500 euros en medicinas igual 2.500 euros, más el sacrificio personal "que ha sido terrible".

"Esto ha sido un sinvivir"

"Esto ha sido un sinvivir" / Irene Gómez

Tras los agobios del periodo más crítico, es inevitable pensar en el futuro. "Lo peor es que todo esto va a repercutir para el año que viene porque los animales quedan tocados y a ver cómo reproducen. Las vacas están pariendo antes de tiempo, no tienen fuerza ni para echar a la cría ni para darle leche. Las he tenido que ayudar y amamantar a los ternerines con el biberón. Esto hay que vivirlo" describe el saucano visiblemente aturdido. "Hemos intentado vivir de esto toda la vida, pero llegas a un punto que mucha gente va a abandonar" advierte Ángel Corrales en un año bastante desastroso.

"Esto ha sido un sinvivir"

Ángel Corrales revisa el ganado desde el coche / José Luis Fernández

"La gente se piensa que los productos del campo caen del cielo. Que no, que hay que lucharlo día a día, que aquí no hay sábados ni domingos ni bodas ni entierros. Con esta situación que hemos vivido, nos ha tocado estar todos los días encima de los animales". Hasta el punto de que este agricultor y ganadero ha retrasado las labores agrícolas. "Esta tierra ya tenía que estar nacida y son las primeras 10 hectáreas que siembro (de hierba para las vacas). No se ha podido hacer antes. Era una cosa o la otra. Si te quitabas del ganado, lo dejabas morir" relata mientras revisa desde el todoterreno la evolución de las reses.

Es agobiante ver así al ganado. Había que ponerles agua y comida porque por sí mismas no podían

"Se quedan agotadas, no pueden con el alma, andan unos metros y se echan". Para el vehículo y señala. "Mira esa vaca que está con el ternero; para que salga la cría adelante la estoy echando de comer y dando vitaminas. Esa otra se quedó sin leche. Otra cría nació antes de tiempo, se va enderezando, pero estaba toda torcida. Esa ha estado a la muerte, las hemos salvado con un trabajo terrible...".

El recorrido por la finca nos lleva a un pequeño cercado donde están apartados unos machos. "Como se me murió un toro, uno se va a quedar para semental, el más grande. Los demás para carne. No me puedo arriesgar a perder otro toro o a tener que venderlo con urgencias".

A pocos metros, Ángel Corrales padre observa. "¿Quién entiende esto? Yo ya estoy de paso, lo siento por los ganaderos. Que piensen en ellos. Y que quede bien claro: de la agricultura, la ganadería y el mar comemos todo el mundo. Como falle, qué hacemos".

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