La Virgen de la Guía y los 30 años de la guerra de Bosnia

La festividad de la Virgen de La Guía de San Miguel de Lomba contó con unos mayordomos muy especiales, el matrimonio formado por José Antonio Espada y María Eugenia López de Sa, que 30 años después repetían el agradecimiento del regreso de su hijo, José Miguel Espada López, de la misión en la guerra de Bosnia, la ex Yugoslavia. A este festejo se sumaron sus familiares más directos y los vecinos de San Miguel que vivieron aquellos días de principios de los años 90 también con mucha preocupación.

José Antonio y María Eugenia fueron los mayordomos de la Virgen de la Guía en 1994, cuando su hijo regresó de la misión de paz de los Cascos Azules de la ONU, como fuerza de interposición y humanitaria.

Los mayordomos, sus tres hijos y nietos participaron de la celebración en la ermita de San Miguel, la procesión y la entrega de pan bendecido a la salida del templo, para finalizar con un ágape para todos los asistentes.

Miguel Espada ha continuado su carrera militar. Es cabo primero en el Ejército de Tierra donde cumplirá, en febrero del próximo año, 34 años de servicio. Fue de los primeros soldados que ingresó voluntariamente con 19 años como militar profesional. Recordaba aquella misión internacional en Bosnia con la fuerza humanitaria y de interposición de los Cascos Azules de la ONU (UNPROFOR). Era la primera participación de España en el exterior con despliegue de contingentes operativos de cascos azules. El primer contingente español se envió en noviembre de 1992 desde Málaga.

Para Miguel "fue una experiencia que viví muy joven y desconocida, recién ingresado en el Ejército". Su paso por Bosnia "nos dejó un mal sabor de boca. Íbamos a ayudar a la gente, que luego nos utilizaron". Estaba destinado en Salamanca y se incorporó a la Agrupación Canarias, bajo el mando legionario, en el segundo contingente que se incorpora a la fuerza de UNPROFOR. Pertenecía a la compañía de Caballería, un millar de hombres formaban la agrupación "11 no volvieron". Unos 80 hombres de Valladolid y Salamanca participaron de las operaciones, y no olvida a uno de los sargentos fallecidos que se accidentó con el vehículo.

Los cascos azules tuvieron la misión de vigilar el cumplimiento de los acuerdos de paz y el tránsito seguro de los convoyes de ayuda humanitaria "llegó un momento que a ninguno de los tres bandos le interesaba que estuviéramos ahí. De recibirnos con los brazos abiertos a querernos fuera". En el verano de 1993 se recrudecieron los enfrentamientos por el control de Bosnia-Herzegovina. Ese verano Miguel pudo volver a San Miguel con unos días de permiso para ver a su familia.

Su hermana cambió la fecha de su boda varias veces para que su hermano pudiera estar ese día. Todavía le quedaban dos meses de servicio tras su regreso a Bosnia. Cumplido el servicio volvió a España en el mes de octubre de 1993.

En su familia y entre los vecinos se vivió con preocupación, pues "en un pueblo tan pequeño no había pasado una cosa así". Espada tenía muy claro que quería ser militar e ingresó en el voluntariado especial del Ejército, en 1990, para hacer carrera profesional: "en Alicante recibí la formación y el primer destino fue en Salamanca, y el segundo Valladolid".

Miguel Espada regresó a Sarajevo en 1999, en su segunda misión exterior, con la SFOR de una duración de 6 meses. La paz se había firmado en 1995, y fue la OTAN la que tomó el relevo de los Cascos Azules con la IFOR y seguidamente con la SFOR con un contingente más reducido y con misión de supervisión y asesoramiento. Desde esa primera intervención internacional del Ejército Español se han sucedido las misiones en las guerras de Irak, Líbano y Mali, entre otras.

Su tercera participación internacional fue en 2010 en Bruselas, en comisión de servicios de apoyo, durante los seis meses de presidencia de España de la Unión Europea.

Miguel entró muy joven en misiones militares, "para mí fue difícil, pero con el paso del tiempo me doy cuenta de que todos los pasaron muy mal, mi familia y la gente del pueblo". "Podíamos llamar alguna vez por un teléfono fijo conectado a HISPASAT, y ahora puedes hacer una video conferencia y estar en contacto todos los días. Es muy diferente". La información sobre las guerras también ha evolucionado considerablemente.

Cumplida esta otra misión, la de estar el día de la Virgen de la Guía "agradecer a la familia y a todos los vecinos que hayan venido", finaliza el cabo primero Miguel Espada López.

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