Miguel, siete años desaparecido en Zamora: "¿Qué pudo pasar?, me lo preguntaré mientras viva", lamenta su hija

Hoy se cumplen siete años de la desaparición de Miguel Fernández en Gallegos del Campo

Su hija Lucía describe la amargura de convivir con la incertidumbre

"La gente tiene que tener mucho cuidado, porque para los que nos quedamos aquí es muy duro"

La familia lleva dos años tramitando la declaración de fallecimiento

Una de las búsquedas de Miguel Fernández, con Lucía, su hija, en el centro junto a la Guardia Civil y vecinos del municipio de Figueruela

Una de las búsquedas de Miguel Fernández, con Lucía, su hija, en el centro junto a la Guardia Civil y vecinos del municipio de Figueruela / JOSE LUIS FERNANDEZ

2 de septiembre de 2016. Miguel Fernández, 78 años, sale de su casa sobre las 10 de la mañana para dar un paseo por su pueblo de Gallegos del Campo, donde veraneaba junto a su esposa.

Una rutina diaria quebrada de forma dramática como consecuencia de su desaparición. Siete años después el paradero del alistano sigue siendo un misterio para la sociedad y un desasosiego para su familia que busca sin éxito respuestas a lo ocurrido.

El caso de Miguel Fernández se suma a las más de seis mil desapariciones sin resolver. Siete años sin saber qué pudo pasarle a Miguel. Ni una pista, ni un resto. Nada a lo que puedan agarrarse Lucía y su madre, que a sus 84 años sobrelleva con dignidad tan duro trago.

"La incertidumbre es lo peor y cuando llegan ciertas fechas es muy doloroso. Otro año más y sin rastro de mi padre" cuenta Lucía Fernández al otro lado del teléfono. "Por lo menos que conste el recordatorio de siete años desde aquel 2 de septiembre" se sincera.

La incertidumbre es lo peor y cuando llegan ciertas fechas es muy doloroso. Otro año más y sin rastro de mi padre

"No se lo deseo a nadie. Esto es muy duro. ¿Qué le pudo pasar a mi padre? Esa pregunta me la haré mientras viva" cuenta Lucía siete años después de la ausencia.

"Hay que aprender a vivir con ello. Tienes días mejores y otros peores. Hay cosas que nunca te cuestionarías. Quién me iba a decir a mi que me iba a alegrar cuando voy a un tanatorio a despedir a una persona mayor. Cuando es ley de vida por la edad, te alivia este acto de despedida y respeto en el velatorio. Nosotros no hemos podido hacerlo. Es algo que nunca me hubiera planteado".

Pasados los cinco años legales, al tratarse de una persona mayor de 75 años, llegó el momento de tramitar la declaración oficial de fallecimiento. Y en esas anda ahora Lucía Fernández. Un peregrinaje judicial de dos años, aún no resuelto. "No se debería hacer pasar a las familias por unos trámites tan penosos y tan lentos" se queja Lucía.

Quién me iba a decir a mi que me iba a alegrar cuando voy a un tanatorio a despedir a una persona mayor

Pues no se trata de una gestión administrativa al uso. Es el reconocimiento del fallecimiento de un ser querido sin cuerpo ni velatorio ni cementerio ni duelo. Requiere de abogado y procurador. "Empezamos los trámites en el Juzgado de Zamora, luego se trasladó a Madrid. Nos ha pillado la huelga de funcionarios de Justicia y otro parón. Como no tienes el certificado de defunción, los pasos son muy lentos. Se hace muy tedioso".

Lucía apela a la Administración competente para que se tramite una Ley sobre las personas desaparecidas que no obligue a las familias a pasar por la farragosa burocracia.

Me queda el consuelo de que alguien en Aliste haya cogido respeto a salir solo

Lucía y su madre vuelven cada verano a Gallegos del Campo. Y de nuevo todo son recuerdos, pero a la vez hay momentos de consuelo. Personas que se acercan y alguien que te dice "te he escuchado en el programa de Paco Lobatón (Diario de ausencias)".

"Me queda el consuelo de que alguien en Aliste haya cogido respeto a salir solo. Con eso me conformo, que al menos se hayan podido evitar desapariciones de personas. Porque esto es un drama para la familia. La gente tiene que tener mucho cuidado, porque para los que nos quedamos aquí es muy duro".

Lucía es consciente de los avances producidos desde hace siete años. "Se que la Guardia Civil está muy implicada y comprometida con este problema, que se dan charlas para concienciar a la gente. Las jornadas nacionales sobre desapariciones. Es muy importante. Prevenir y actuar con precaución".

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