La gaita y el tamboril resuenan en Pedrazales

Donde hay un gaitero hay fiesta y hay baile. Hasta 30 gaiteros y tamborileros, de 10 a 89 años, hicieron fiesta este sábado en Pedrazales en el II Encuentro de Gaiteros. Fiesta y baile sanabrés porque fueron muchas las parejas que no desaprovecharon unos buenos pasos.

Apoyo y fuerza "a la cultura y al folclore" desde Sanabria, Carballeda, Aliste, Valladolid, Ponferrada, Asturias y Zamora, en palabras de Paco Cortes, de Radio Vigo, que dio la bienvenida a los participantes. Resaltó la figura de Modesto y Tarsicio, los gaiteros de Pedrazales, y "sus muchos años promocionando el folclore de Sanabria por toda España".

Este encuentro es el más importante de la comarca que reúne a gaiteros, tamborileros y panderetas y "que no se pierda lo que bailaron nuestros antepasados".

Los gaiteros llevan por apellido y como distintivo el nombre de su pueblo, de Avedillo, de Cobreros, de Vega del Castillo, de Pedrazales. El gaitero de la saga de Pedrazales, Tirso Espada, fue presentando –además de tocar él mismo– a grupos y parejas que actuaron durante la velada.

Así abrió con gaita gallega uno de los anfitriones, Modesto Espada, y a continuación Diego Bermúdez y Sofía Gago de Zamora, Florentino de Murias y al tambor Félix de San Juan de la Cuesta.

La lista fue larga y variada: José Gutiérrez de Pedrazales, Carlos Martín de San Miguel del Pino de Valladolid, Agustín Riveiro y Federico Riveiro de San Román y Avedillo, José Manuel el "Gaiterín de Cobreros" y Manuel Montero de Avedillo, Jesús Santiago de Riofrío de Aliste, Los Carballeses de Vega de Castillo, otro de los reductos de la gaita y el tambor. La tamborilera más demandada fue Sofía Gago, que puso percusión a varios de los intérpretes de gaitas, y César Mateos de León.

Y desde Ponferrada Jony González acompañado de su hijo, Diego, de 10 años, que recibió los aplausos merecidos por su interpretación con gaita gallega.

Y con sorpresa, el público pudo escuchar un fragmento del concierto de Aranjuez del Maestro Rodrigo a la gaita, esta vez la suya, la sanabresa, de Modesto de Pedrazales.

El resto de piezas para oir y mucho bailar. Para el ojo más observador destacar los corrillos de los gaiteros, su atención hacia los otros gaiteros, sus conversaciones y sus aplausos a los compañeros durante todo el encuentro.

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