Brandilanes y Moveros, dentro del término municipal de Fonfría, han iniciado la cuenta atrás para convertirse en los primeros pueblos alistanos en comunicarse mediante un camino rural con capa de rodadura de aglomerado, tras los dolores de cabeza originados durante años por los grandes y graves deterioros en un problemático firme a base de riegos asfálticos y el aglomerado.
Varias legislaturas y hasta cuatro alcaldes han tenido que pasar hasta ver convertido en realidad un sueño que ya era una auténtica pesadilla. Jesús Lira Del Río fue quien inició la lucha en 2015, en Madrid, de la mano del entonces senador y presidente de la Mancomunidad de Servicios Tierras de Aliste Javier Faúndez Domínguez, hasta su declaración como "camino de interés general".
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José María Ríos Fadón y Valentín Macho Deiró vieron cómo el proyecto se estancaba, hasta que llegó Sergio López Vaquero y su Corporación Municipal logrando el milagro en el que de una u otra manera han estado involucrados dos gobiernos de España diferentes, el de Mariano Rajoy primero y el de Pedro Sánchez después.
Las obras de adecuación y mejora del camino rural asfaltado originario del Plan de Ordenación de Explotaciones Sayago-Aliste se está ejecutando a buen ritmo a cargo de la empresa pública Tragsa, cuya actividad está enfocada a la realización de trabajos y prestación de servicios relacionados con el desarrollo rural y conservación de la naturaleza. Los plazos se van retrasando y no estará lista antes del verano. Podría reabrirse en agosto.
La fuerte inversión económica, presupuesto base de licitación para su ejecución mediante contrata, asciende finalmente a un total de 1.032.302,56 euros.
En teoría los trabajos deberían haberse financiado y llevado a cabo en tres anualidades diferentes (2022, 2023 y 2024). No obstante, dada la extrema gravedad del deterioro y alta peligrosidad, se decidió juntar las tres para que una empresa, Tragsa, pudiera ejecutarlas en una sola fase.
Como promotor está el Ayuntamiento de Fonfría, cuya Corporación Municipal preside Sergio López Vaquero, al ser la administración propietaria del camino. Por su parte la redacción del proyecto técnico corrió a cargo de la Diputación Provincial de Zamora.
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La financiación de las obras las ha asumido el Estado a través de la Subdirección General de Regadíos, Caminos Naturales e Infraestructuras. Mediante Ley 9/2015 del 25 de mayo de 2015 de mediadas urgentes en materia concursal el camino de Moveros a Brandilanes fue declarado de interés general y la encomienda obligaba al Estado a hacerse cargo de las obras.
La mejora afecta a todo su trazado de 4 kilómetros y 480 metros en sus discurrir por los parajes de Las Escobas y La Masonera en Moveros, y La Sigurada y Prado las Majadas ya dentro de Brandilanes. Los trabajos se comenzaron justo en la raya de ambos términos y se va pavimentando simultáneamente en dirección a los dos pueblos.
Mientras que en los cascos urbanos de los pueblos, también en los alistanos, se está optando por la mezcla bituminosa en caliente para las mejoras en calles y plazas con antiguo pavimento de hormigón (más fácil al echarse sobre él), en el caso de Moveros a Brandilanes, se hace a la inversa y tiene su lógica. El camino rural cuenta con 29 años de vida, ya que fue construido en 1994 por el Ministerio de Agricultura y la Junta de Castilla y León. Todos los caminos del Plan Sayago-Aliste fueron transferidos a los ayuntamientos, un regalo envenenado, pues como el tiempo ha venido a demostrar, los ayuntamientos carecen de fondos propios suficientes para poder afrontar obras de tal envergadura.
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Si su arreglo ahora es importante, no menos lo va a ser luego el mantenimiento, y es ahí donde está el verdadero problema, pues de ello deberá hacerse cargo el Ayuntamiento de Fonfría como propietario del camino.
En este sentido se ve como mucho más positiva la alternativa del hormigón ya que, caso de deteriorarse, únicamente habrá que levantar y volver a echar el paño que esté deteriorado.
Como está previsto en el proyecto técnico la primera actuación se ha centrado en levantar y moler todo el firme actual para su reciclado y con dicho material crear una subcaja (caja) de unos 25 centímetros de espesor debidamente compactada.
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Precisamente uno de los grandes y graves problemas del camino, desde su construcción, mediante caja de piedra y riegos asfálticos, estaba en que se hizo con deficiencias que luego acarreaban el levantamiento no sólo de la capa de rodadura de alquitrán sino incluso de las propias piedras originándose infinidad de socavones que llegaron a convertirlo en intransitable y en un auténtico peligro para la seguridad y vida de las propias personas que la utilizan.
Aunque en un principio se barajó utilizar para el hormigón piedra diorita de la cantera Virginia de Mellanes, el material se lleva desde Zamora.
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Una vez asentado el firme se ha optado por una capa de rodadura con pavimento vibrado de hormigón (HP-4) con un espesor mínimo de 18 centímetros.
Uno de los problemas está en su estrechez con alrededor de 4,80 metros que ahora se verá incrementada en 20 centímetros para llegar a los 5 metros.
Ello supone que no existirá arcén como tal, colindando la calzada (capa de rodadura) con la propia cuneta, con lo cual siempre habrá que circular con precaución. Como camino rural está limitado al tránsito de vehículos con un máximo de 16 toneladas.
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La pavimentación se está realizando en ambas direcciones (hacia Moveros y Brandilanes) por lo cual el camino obligatoriamente estará cerrado al tráfico hasta su finalización. No respetar la señalización y circular por él no sólo es ilegal sino una temeridad pues al tratarse de paños de hormigón hay escalones de alrededor de 18 centímetros.
Los vecinos de Moveros y Brandilanes siguen con interés las obras: "Ha merecido la pena la espera, es igual que tarden algo más, lo importante es que el camino quede bien", opinan los futuros usuarios de la vía.