Sentido homenaje de las residencias de Fermoselle a las Hermanas de la Inmaculada Concepción

Las religiosas, que llevan más de 30 años colaborando en estos centros de Cáritas, dicen "hasta luego" a la villa de los Arribes

Las Hermanas de la Inmaculada Concepción y trabajadoras de las residencias de Fermoselle.

Las Hermanas de la Inmaculada Concepción y trabajadoras de las residencias de Fermoselle. / Obispado de Zamora

A. B.

Las residencias “Conchita Regojo” y “D. Antonio y Dña. Esther”, situadas en Fermoselle y gestionadas por Cáritas Diocesana de Zamora, han celebrado un acto de reconocimiento a la labor de las Hermanas de la Inmaculada Concepción en estos centros, con los que llevan colaborando más de 30 años.

El acto central fue la celebración de la Eucaristía, presidida por Fernando Valera, obispo de la Diócesis de Zamora, y concelebrada por Antonio J. Martín, delegado-director de Cáritas Diocesana de Zamora. El obispo dedicó unas palabras de agradecimiento a las hermanas y todo el personal del centro. El delegado-director de Cáritas también se dirigió a ellas para agradecer la "encomiable" labor que han realizado en estos centros de mayores durante estos años y apuntó a que no era un adiós sino un hasta luego, ya que “siempre tendréis las puertas abiertas”.

El obispo de Zamora, Fernando Valera, oficia la Eucaristía en la residencia Conchita Regojo de Fermoselle.

El obispo de Zamora, Fernando Valera, oficia la Eucaristía en la residencia Conchita Regojo de Fermoselle. / Obispado de Zamora

Residentes, trabajadores, familiares quisieron acompañar a las hermanas en este día. También, en representación de las hermanas, estuvo presente sor Javiera, una de las hermanas con las que se inició esta colaboración con las residencias, y sor Ángela, miembro del Consejo de Gobierno de la Congregación. Por otro lado, no faltaron a este reconocimiento, antiguos directores de las residencias.

El acto finalizó con un pequeño ágape para todos los presentes.