Mataderos zamoranos dejan de sacrificar corderos de La Mancha por la viruela ovina

La inmovilización del ganado ovino en cuatro provincias de Castilla-La Mancha –Toledo, Cuenca, Albacete y Ciudad Real– para frenar la expansión de la viruela ovina perjudica a los mataderos de la provincia de Zamora. Castilla y León, siendo la comunidad autónoma con mayor capacidad de sacrificio, no solo procesa canales procedentes de granjas cercanas, sino también de otras zonas de España, entre ellas Castilla-La Mancha que posee la tercera mayor cabaña de ovino en España, tras Extremadura y Castilla y León.

Las medidas adoptadas esta semana por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha prohíben el movimiento de animales vivos fuera de esas cuatro provincias, y también entre explotaciones dentro del propio territorio. Esto significa que no saldrán corderos de esta zona ni a los cebaderos ni a los mataderos ubicados de Zamora y el resto de Castilla y León. Aún quedan por conocer algunos pormenores de las medidas adoptadas, a la espera de que sean publicadas en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.

A pesar de todo, los mataderos sigue funcionando al ritmo habitual en estas fechas con animales procedentes de explotaciones de Castilla y León. "El grueso de nuestro negocio es con granjas de aquí", afirma Enrique Oliveira Moralejo, director de la mayor empresa cárnica de al provincia de Zamora, Moralejo Selección.

Aun así, los empresarios, al igual que las cooperativas, llaman a los ganaderos de ovino en Castilla y León a extremar las medidas de bioseguridad para evitar la entrada del virus de la viruela ovina a sus explotaciones. "Si podemos exportar a otros países es porque tenemos una cabaña saneada, y si eso cambia nos perjudica a todos, ganaderos, industria y distribución", añade Oliveira Moralejo.

En este punto coincide José Manuel Domínguez, responsable de Ganadería de Urcacyl (Unión Regional de Cooperativas Agroalimentarias de Castilla y León), quien destaca el papel que pueden hacer las cooperativas para informar y sensibilizar a los ganaderos, algo que de hecho "ya venimos haciendo desde el pasado otoño", tras detectarse los primeros casos de viruela ovina en Granada y en Cuenca. "Los ganaderos tienen que evitar la entrada innecesaria de personas y de vehículos a sus explotaciones, y aplicar medidas de bioseguridad a toda persona ajena a la explotación que tenga que entrar", además de "realizar un seguimiento" de la cabaña y "ante cualquier sospecha de sintomatología, alertar a los servicios veterinarios para descartar que se trate de esta enfermedad".

La viruela ovina inmoviliza 3,5 millones de animales en Castilla La Mancha

Los síntomas más característicos de la viruela ovina son fiebre, erupción eritematosa, inflamación hemorrágica en mucosas respiratoria y gastrointestinal y pápulas que se necrosan.

Por el momento, las cooperativas de ovino de la región no han notado la repercusión de la inmovilización del ganado en Castilla-La Mancha, pues producen lechazos y no tienen cebaderos, tal y como explican desde Urcacyl. Las que llevan a cabo el sacrificio y el despiece, como Asovino, trabajan con sus propios corderos.

Lo que sí llega desde las explotaciones de ovino de Castilla-La Mancha, de forma continua, es leche de oveja a determinadas industrias lácteas de Castilla y León. La inmovilización del ganado no afecta a estas rutas, pues sí se permite la salida de leche de oveja de las cuatro provincias citadas, pero solo de explotaciones libres del virus.

Los camiones de recogida de leche, que pasan por varias explotaciones, podrían ser uno de los vehículos de contagio, por eso dentro del propio sector hay voces que piden que los camiones que salgan con leche de Ciudad Real, Cuenca, Albacete y Toledo no pasen por explotaciones de otras provincias y vayan directamente a descargar a la fábrica.

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