Para algunos vecinos de la villa “estas son las mejores fiestas, entre san Blas y Las Candelas”, en pleno invierno y al calor de las dos hogueras.
Una hoguera pequeña en San Blas, en la noche del viernes, para el barrio que lleva el nombre del santo y para una fiesta más recogida.
La otra más grande, para Las Candelas, en el barrio de San Francisco y para disfrute de los sanabreses.
La noche del viernes los vecinos de San Blas festejaron la onomástica de su patrón con una hoguera, la degustación de panceta a la brasa y la alegría y saber hacer de los músicos, tamborileros y gaiteros, en esta ocasión, del grupo Atrapallada.
Era costumbre ir de un pueblo a otro cercano a disfrutar de las fiestas, en esta ocasión los “Visparros” y “Viellas” de Triufé pusieron la nota de los trajes ancestrales, esos que se hacían con las prendas y objetos que más a mano había. Dos vueltas del collar de bullacas, una buena palabra para buscar en la RAE.
Esta conforma otra de las tradiciones zamoranas alrededor de San Blas y Las Candelas, cuyos rituales en todas las comarcas de la provincia aportan fiesta y luz a los días más fríos del invierno.