Sin habitantes, pero con tres ermitas

El pueblo considerado ya por muchos fantasma, ha perdido su último habitante originario, José a sus 87 años, tras su fallecimiento el pasado 8 enero.

Dornillas, en el año 1850 se convirtió en anejo de Manzanal de los Infantes. Con el éxodo rural su gente se desplazó a otras ciudades, incluso países, Dornillas se fue despoblando y ahora ya forma parte de la España vaciada; aunque en verano todavía le quedan resquicios de vida.

Esta aldea, entre casas a medio construir y casas en ruina, se encuentra en un lugar emblemático entre la comarca de Sanabria y la provincia de León, rodeada de robles, castaños y colmenas cuidadas por los vecinos de los pueblos cercanos.

Sin habitantes, pero con tres ermitas: la del Cristo de Vera Cruz, situada en el pueblo y en buen estado; la ermita de Santiago o lo que queda de ella a las afueras, y la ermita de Santo Tirso, un peculiar santuario en el que se encuentra el cementerio del pueblo y exvotos que se conservan desde hace años. La ermita de Santo Tirso la cuidan sus cofrades para cumplir los deseos de los antepasados que allí descansan.

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