La Opinión de Zamora

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Dos nuevas mascaradas de Zamora a la lista BIC

La Junta incluye las tradiciones de Bercianos de Aliste y Tábara en la declaración de Bien de Interés Cultural

Danza del paloteo de Tábara, representada en Zamora. | Emilio Fraile

En el periodo de alegaciones al expediente de declaración oficial como Bien de Interés Cultural, de carácter inmaterial, de las mascaradas de Castilla y León, se han incluido dos festividades más de la provincia de Zamora: la de Bercianos de Aliste y la de la villa de Tábara.

La Dirección General de Patrimonio Cultural de la Junta de Castilla y León cerrará el día 31 de marzo el plazo para presentar alegaciones. Ayuntamientos, pueblos y ciudadanos tienen la última oportunidad de alegar o aportar aquello que estimen oportuno y que de ser considerado viable pueda ser incluido.

Celebración de Los Carochos en el año 2017. | José Luis Fernández Chany Sebastián

El “Desempadrinamiento” de Bercianos de Aliste, es una mascarada única en su estilo en España. No ocurría una vez al año, sino coincidiendo con las bodas, y el enmascarado iba montado en una burra zamorano-leonesa.

La otra solicitud correspondía a la guerrera Danza del Paloteo de tabaresa cuyo personaje enmascarado es el personaje de “El Birria”, quien acompaña a los danzantes, pero no baila. Es propia de las fiestas de las fiestas del Corpus Christi y de la Virgen del Carmen.

Anteriormente, ya se habían presentado alegaciones para incluir la Visparra de Vigo de Sanabria y el Toro del Carnaval, de Morales de Valverde, que tampoco aparecían en el listado final elaborado por la Consejería de Cultura y Turismo.

Celebración de La Visparra en Vigo de Sanabria. | A. S. Alejandro Bermúdez

Si finalmente se aceptaran las cuatro alegaciones Zamora contaría con 21 mascaradas BIC: los Carochos de Riofrío de Aliste, los Diablos de Sarracín, los Cercerrones de Abejera de Tábara, El Tafarrón de Pozuelo de Tábara, los Zamarrones de Villarino tras la Sierra, la Obisparra de Pobladura de Aliste (trasladada al verano para que la gente pueda participar), el Zangarrón de Sanzoles, el Zangarrón de Montamarta, la Vaca Bayona de Carbellino, la Vaca Bayona de Almeida de Sayago, la Filandorra de Ferreras de Arriba, los Carnavales de Villanueva de Valrojo, la Vaca Antrueja de Pereruela, la Vaquilla de Palacios del Pan, la Bisparra de San Martín de Castañeda, La Vaca de Villanueva del Campo y la única de verano, que es el Atenazador de San Vicente de la Cabeza, además de las cuatro ya citadas.

Personas que dan vida a la mascarada de los Diablos de Sarracín de Aliste. | Ch. S. CHANY SEBASTIÁN

Rica variedad

Cada mascarada se asevera “tiene su propias características y distintos grados de arraigo y reconocimiento en cada una de las localidades y en su conjunto constituyen manifestaciones culturales vivas, representativas de la identidad de diversos colectivos vinculados a poblaciones rurales, con un importante contenido simbólico e integradas por un conjunto de acciones que potencia la cohesión social y muestra la riqueza creativa trasmitida a lo largo del tiempo”.

Un poco de historia

Los orígenes son cuando menos controvertidos y mientras para unos estarían relacionados con rituales preromanos vinculados con las prácticas agrícolas y ganaderas ligadas a los ciclos de la naturaleza y con las inquietudes espirituales y la necesidad de asegurar cosechas y animales, para otros su origen estaría directamente vinculado a las festividades heredadas de la cultura romana, Calendas de finales de año y Lupercales y Saturnales, y posteriores tradiciones europeas.

El zangarrón de Montamarta, durante su recorrido por las calles del pueblo. | Emilio Fraile Manuel Herrera

Aunque durante siglos fueron interpretadas sólo por los mozos varones –incluso los personajes femenino de La Filandorra o La Madama– la mujer ya forma parte de la mascarada en algunos pueblos como es el caso de Pozuelo de Tábara (Tafarrón) y Abejera (Cencerrón). En Sanzoles por primera vez en diciembre de 2021 una mujer tocó la flaura y el tamboril en el día del Zangarrón.

El Tafarrón y la Madama de Pozuelo de Tábara. Ch. S.

En muchos pueblos la despoblación y la falta de jóvenes a veces dificulta encontrar suficientes voluntarios, salvándose la situación incluso participando los casados que vuelven a asumir el compromiso de cuando fueron mozos o quintos.

Había mascaradas asociadas al solsticio de invierno (san Esteban, Año Nuevo, Día de Reyes), al de de verano (san Pedro), otras se celebraban en pleno invierno por los antuejos, y en algunos casos coincidían con festividades cristianas como la Pascua de Resurrección, Corpus Christi y o festividades relacionadas con la Virgen María.

El Atenazador de San Vicente de la Cabeza Nico Rodríguez

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