La feria de la raza asnal zamorano leonesa regresa desde el viernes 18 de marzo hasta el domingo 20 a San Vitero, una carta de presentación de esta raza autóctona que se centrará en dar a conocer nuevas propuestas para mantener a flote a este animal autóctono.

Recuperar la raza de burro de Zamora “de una manera activa” es la misión de las asociaciones y organizaciones que confluyen en esta feria, que por primera vez tras la pandemia, recupera la subasta.

La feria se reconoce así como un eje dinamizador para San Vitero, municipio que está asumiendo la tarea de hacer de la valorización del ganado asnal autóctono una tarea colectiva, para lo que la colaboración entre ganaderías locales e instituciones es decisiva.

Para ello, esta feria dará visibilidad al turismo asnal, la asinoterapia y las rutas por la naturaleza. Proyectos entre los que destaca Buleza, una cooperativa de leche de burra.

Durante la presentación en la Diputación de Zamora, estuvieron presentes el diputado de Agricultura y Ganadería de la Diputación Provincial de Zamora, Ángel Sánchez Hidalgo, la alcaldesa del Ayuntamiento de San Vitero, Laura Vanesa Mezquita Mezquita; el presidente de la Asociación Española de Criadores de Ganado Selecto de Raza Zamorano-Leonesa (ASZAL), Víctor Casas del Corral; el jefe de la Sección Animal del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería de la Junta de Castilla y León en Zamora, José Emilio Yanes García; y el secretario de la Fundación Caja Rural de Zamora, Feliciano Ferrero Freire.

Programa de la feria

Las actividades de este 2022 incluyen un primer encuentro de razas asnales ibéricas que tendrá lugar el viernes 18 de marzo, donde seis razas autóctonas procedentes de toda España se presentarán a los visitantes con una explicación de sus características, valor, usos y perspectivas de futuro para ellas.

Programa. Cedida

El día 19 llegarán los puntos centrales de la feria con el concurso morfológico nacional, la subasta, la pasarela de animales y los premios del concurso. La jornada dará inicio a las 09.00 horas de la mañana y pondrá fin a las 17.00 horas de la tarde con el encuentro de trajes regionales.

Cartel. L. O. Z.

Será durante esta jornada cuando se subastarán tres buches hembras y dos burras adultas “de alto valor genético” que tendrán un precio de salida de 2.100: será una subasta a la baja que no garantiza la venta de los animales en caso de que el precio descienda demasiado.

Las normas para participar en la subasta requieren la adquisición de una tarjeta de subasta en el stand de Aszal de 11.00 a 13.30 horas.

El día 20 el programa pondrá fin con la visita al museo-finca El Cuervo y el encuentro “Asinalia, un mundo sostenible”, donde se presentará el proyecto de ordeño de burras para la elaboración de queso, jabón y cosmética, así como la demostración de habilidades asnales, el arreglo de cascos y un “fotocol” final.

Leche de burra

En colaboración con las cooperativas y centros de investigación, la asociación y ganaderías de la raza asnal zamorano leonesa han desarrollado un proyecto para la recuperación de este animal basado en la leche.

Un programa de trabajo en el que ya se ha empezado a producir queso, en especial, la Hacienda Zorita, de Salamanca, ha creado un primer queso que contiene leche de burro zamorana, premiado en Asturias y en Estados Unidos, lo que puede abrir un nuevo camino para el mantenimiento de la raza.

Lejos de la visión empresarial, este proyecto se plantea como una manera de mantener activamente la población de los burros zamorano leoneses repartidos en las ganaderías de los socios.

Una raza con futuro

Un cambio en la pirámide poblacional de la raza asnal ha permitido asegurar su futuro, según han declarado desde Aszal, donde se aglutinan la mayoría de ganaderías.

Los números son claros: Actualmente hay unos doscientos ganaderos, de los que casi el 75% son colaboradores con la asociación para la conservación de la raza, según dijo Víctor Casas del Corral, presidente de la asociación Aszal.

Un censo conformado por 600 hembras de menos de diez años, es decir, en edad reproductiva, aseguran que cada año nazcan cien crías. Números humildes, pero que auguran buenas perspectivas para la conservación.