Ternera con propiedad (intelectual)

Nuestra "Ternera de Aliste" fue, es y deberá seguir siendo, por méritos propios, una joya gastronómica, el buque insignia y emblema agroalimentario de la Raya de España y Portugal, muy en particular de una tierra y una comarca, la alistana, donde tiene su origen, como uno de los productos con más calidad de toda Europa dentro del mundo de las carnes frescas de vacuno. Desde nuestra sencillez y humildad podemos presumir de un prestigio ganado a pulso con el trabajo, sudor, lagrimas y alegrías de nuestras gentes.

Día tras día, año tras año, durante siglos, nuestras familias, padres y madres, abuelos y abuelas, sin prisas pero sin pausas, fueron haciendo del vacuno una especie imprescindible en sus vidas, y también para su supervivencia. Vacas, bueyes, toros y terneros, cada en su sitio y en su momento, formaron parte imprescindible de nuestra historia ayudándonos unas veces a labrar los campos, a tirar del carro cuando la vida iba cuesta arriba, produciendo jatos y leche en nuestra eterna y sacrificada lucha por la supervivencia campesina. Nadie nos regaló nunca nada, menos aún a nuestros padres y abuelos.

La Asociación para la Promoción de la Ternera de Aliste, presidida entonces por Francisco Javier Crespo, presentó en marzo de 1998 el Reglamento de Uso como Protocolo de Uso del Producto. La Consejería de Agricultura emitía el informe favorable en 1999 y la Marca de Garantía "Ternera de Aliste" entraba a formar parte de las Denominaciones de Calidad de Castilla y León. Su inscripción en el Registro de la Propiedad Industrial llegó el 16 de diciembre de 1999. San Pedro de las Herrerías fue el punto de partida de un camino que llevo a convertir nuestras carnes frescas de vacuno de Ternera de Aliste en una delicatessen. Pequeñas explotaciones de vacuno de carácter familiar en las que, bajo los cuidados y buen hacer de los ganaderos, heredado de sus antepasados, se crea el producto Ternera de Aliste de la forma más tradicional: cantidad y calidad suprema.

El vacuno fue, es y seguirá siendo uno de los principales baluartes para mantener familias en nuestros pueblos, esas que se sacrifican día a día para criar unos terneros que generan riqueza en el medio rural. Ellos son quienes trabajan y con su buen hacer consiguen que Ternera de Aliste sea una fuente de riqueza y ellos han de ser los principales beneficiarios.

La picaresca puede incluso llegar a la gracia. El fraude no. Es un delito. Que existe un presunto fraude de Ternera de Aliste es evidente y ello origina dos principales víctimas: los ganaderos que se matan a trabajar para ofrecer una calidad que algunos restaurantes atropellan ofreciendo una Ternera de Aliste que no lo es; y los consumidores que pagan como delicatessen carnes sin marchamo.

Ternera de Aliste como IGP tiene consideración de derecho de propiedad intelectual. La Ley está para cumplirla y Guardia Civil y Juzgado defenderán la Propiedad Intelectual de Ternera de Aliste: nuestros ganaderos tienen sus derechos y hay que respetarlos.