El Monasterio de San Martín de Castañeda "no solo representó el poder económico sino que fue una pieza política fundamental, un instrumento de la monarquía en el tablero que era del clero", subrayó el historiador y medievalista Lauro Anta Lorenzo en su exposición sobre "Documentación Medieval del Abadengo de San Martín de Castañeda". El investigador sanabrés presentó ayer su trabajo en el propio Monasterio de San Martín acompañado por sus paisanos Manuel Mostaza, director de operaciones de Sigma Dos y Marisol López del Estal, directora de "LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA", en un acto organizado por la Asociación Sanabria Natural.

Mostaza trazó un semblante biográfico y familiar de Lauro, profesor de música que cuenta con el cariño de sus alumnos, artífice junto con Francisco Somoza de la recuperación del conjunto histórico de Puebla. La periodista Marisol López, por su parte, evocó el recuerdo de "un antiguo filandar y un turno de cuentos" dentro del monasterio cuyos muros "representan la herencia legada por nuestros antepasados". Afirmó que dentro de sus muros "han ocurrido acontecimientos que han marcado la vida de los vecinos de San Martín y de todos los sanabreses", un lugar en el que "se han cantado muchos ramos y en el que se ha llorado por los seres queridos".

El experto medievalista Lauro Anta fundamentó sus conclusiones en una amplia labor de recopilación de documentación dentro del trabajo auspiciado por el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo para elaborar "una historia medieval digna y objetiva", sin ahorrar tiempo y dedicación a consultar "documentos originales, revisar copias mal transcritas y, en algunos casos, acceder a documentos inéditos y los pergaminos originales". El problema más importante es la dispersión de toda esa documentación. El contenido de los principales documentos que traza el monasterio avala esa preeminencia política y económica de San Martín de Castañeda que en algunos momentos de la historia funcionó al margen del mismísimo Obispado de Astorga. La desamortización y el reparto de fondos "fue un desastre y se perdieron muchos documentos, aunque figuran en inventarios tardíos". Anta recalcó la importancia del monasterio "hasta mediados del siglo XII ya que es la única fuente de información que disponemos. A partir de esa fecha ya hay más fuentes".

Entre los documentos no eclesiásticos destaca el fuero original de Sanabria, que Anta tacha de documento de tránsito, que es fundamental para rastrear la política de la monarquía en este territorio. De los documentos consultados, el investigador resalta los juicios de Valdespino del año 927, cuando los residentes de Galende se enfrentan al Monasterio por el aprovechamiento de las pesquerías situadas en la desembocadura del Lago.

Entre los tesoros documentales destaca un pergamino en letra visigoda redactado en lengua cortesana fechado en el año 1034, en el que aparece el primer "tenente" de Sanabria, mayor del rey leonés. Otro documento recoge la toma de Asturianos con Pedro Cristiano, al frente del monasterio, y Rodríguez Pérez, tenente de Sanabria portador del documento real. Las autoridades y la aristocracia -hombres buenos de los pueblos colindantes- proceden a delimitar los términos.

La figura de Pedro Cristiano es determinante en el devenir histórico. Es sobrino de Ponce de Cabrera, y dirige el monasterio hacia el año 1150. Anta lo define como "un estratega a las órdenes de su tío y el emperador, que llega a ser obispo en corto tiempo". Una vez nombrado obispo de Astorga llega a liberar al monasterio de la obediencia al Obispado, e incluso le confiere inmunidad. Esta decisión del obispo desemboca en un juicio en 1239, con intervención incluso de la Santa Sede.

La filiación del monasterio con Portugal, a raíz de la recopilación de documentación, es sobresaliente hasta el punto de que el abad del monasterio de Castro de Avelãs, Diego Rodrígues, se convierte en abad de San Martín siendo portugués. Fue excomulgado por el arzobispo de Braga y aceptado por el Pontífice. Al obispado de Tui le correspondió ejecutar esta excomunión. La documentación portuguesa ha sido relativamente ignorada pese a su trascendencia. Así se conservan actas de una elección donde un abad de Castro Avelãs quería ser abad de San Martín pero pierde la elección. Resulta interesante que había 52 vocales con derecho a voto. Salió elegido el prior Rodrigo.

Entre los personajes que surgen del Medievo, Anta destaca a Pedro Rodríguez de Lagarejos, perseguido a muerte por el Conde de Benevante. Se resistió y se enfrentó al conde por defender al monasterio para librarse de la encomienda. Rodríguez de Lagarejos termino refugiándose en Astorga y denunciando a los Reyes Católicos, unas quejas "de las que no hicieron caso".

Anta ha revisado muchos de los trabajos realizados sobre la comarca y el monasterio, entre ellos los del sanabrés Ángel Rodríguez González, de la universidad de Santiago, "al que le debemos abrir las comarcas olvidadas a la Historia". El propio Rodríguez señalaba sus limitaciones a la hora de abordar el rigor histórico de sus investigaciones, amparadas en el amor a su tierra. El mismo que impulsó a Lauro Anta desde que era un estudiante para recopilar innumerables fichas con referencias históricas de Sanabria y su tesis doctoral sobre el monasterio.

Como bien sentencia Anta, "es imposible publicar todo" aunque sí es importante conocer los documentos angulares y el marco de interpretación de los documentos ajenos al monasterio pero que tienen su repercusión. Queda pendiente una profunda investigación de las comunidades campesinas porque, si hay algo claro es la presencia continua de población que en determinados momentos de la historia ejerce su resistencia al poder del monasterio. Ejercieron el comunitarismo como modo de supervivencia, representado por concejo y la autogestión. Las cartas más completas que se conservan son las de Valdehorras y Villanueva de la Sierra, a las que hay que sumar el foto de Aqua Subterra y Valle Longo, próximos al monasterio de Mahíde.