Vecinos de Mellanes denuncian la "situación de daños y perjuicios e indefensión que sufrimos a consecuencia de la actividad de la cantera". Las quejas se extienden al polvo, vibraciones y maquinaria pesada, así como a una presunta ocupación de una vía pecuaria. Ante la tensión que se estaba originando, el pasado lunes se celebró un concejo abierto en Mellanes donde participaron los vecinos, técnicos de Pizarras Virginia y miembros de la corporación municipal con vistas a intentar aclarar las cosas. Aunque estaba invitado, el principal promotor de las quejas no se presentó a pesar de ser requerido incluso desde la reunión.

Finalmente se acordó que el pueblo nombre por votación popular y en concejo abierto una comisión vecinal integrada por tres de sus vecinos que, junto al Ayuntamiento, se encargarán de negociar, gestionar y conocer cualquier actuación o tema sobre la cantera.

Por su parte, Francisco Molina, diputado de Izquierda Unida, presentaba ayer una moción de urgencia, en la que pedía que el Pleno de la Institución acuerde investigar si "se ha permitido la instalación y explotación de una cantera/gravera que nos esta cumpliendo las normas de respeto a los vecinos y a la naturaleza" y que "se averigüe si tiene la documentación en regla".

Desde la empresa se asegura que de momento solo se han hecho pruebas y, respecto las polvaredas, "la trituradora llevará una dicha que con solo 25 litros cada media hora evitará el polvo, que no habrá ni a dos kilómetros ni a 25 metros, porque la normativa así lo exige".