Todo el personal de campo de la provincia de Zamora dependiente del Servicio Territorial de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente realiza desde el 1 de mayo el censo de la población de lobo ibérico que vive en las comarcas zamoranas. La recogida de datos abarca más de un millón de hectáreas, el 100 % del territorio provincial con cerca de 80 funcionarios. Los efectivos que trabajan en este amplio muestreo son los agentes medioambientales, celadores, capataces, ingenieros, biólogos y personal laboral de la Consejería.

La recogida de datos para confeccionar el censo está previsto que finalice en junio. El grado de fiabilidad de los datos que se obtengan será de un 90%, con un mínimo margen de error dado la complicación que supone hacer un censo de las especies. En estos momentos la movilidad de las familias de lobos es más reducida por la presencia de las crías de corta edad.

El último censo completo es del año 2000 y los últimos censos parciales de 2012. El censo completo estará terminado a comienzos del próximo año. El estudio de la población lobera se ejecuta de forma simultánea en las nueve provincias de la Comunidad de Castilla y León, y en total se rastreará una superficie de 9 millones de hectáreas con un personal 650 profesionales dedicados, entre otras funciones a recoger este amplio censo.

El seguimiento de las poblaciones de las diferentes especies es una de las funciones básicas atribuidas a los funcionarios de campo de la consejería. Los expertos precisan que el volumen de información que se obtenga a través de este censo será el más completo del realizado hasta ahora, así como las características de la población que existe en toda la comunidad. La media es de entre 8 y 12 técnicos por provincia.

Todos los datos recogidos por el personal funcionario se entregarán a la empresa privada Consultora de Recursos Naturales S.L. que ha diseñado la metodología de análisis y cruzará la información recogida en las nueve provincias.

En el seno de la comunidad, el sindicato UGT, ha denunciado en varias provincias la externalización de funciones propias de los funcionarios de la propia Consejería.

La privacidad de los datos que pasan del ámbito de la administración a una empresa privada no está asegurada ya que las fichas aportadas ubican con exactitud el número de ejemplares adultos por sexo, las camadas en cría y las zonas de paso y avistamiento. Para los funcionarios no está garantizada no la confidencialidad ni el control posterior de esa información. En 2012 todo el personal de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente recopiló los datos del censo del lobo en los territorios situados al Sur del río Duero y en las Reservas Regionales de Caza, entre ellas la Sierra de la Culebra. En 30 días se ejecutó este trabajo a través del personal de campo desplegado por las diferentes comarcas forestales.