Las autoridades municipales y los vecinos de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba muestran su incertidumbre y preocupación por el futuro, a corto, medio y largo plazo, de la línea ferroviaria de Valladolid a Orense que cruza por 14 de sus 102 de su pueblos prestándole un importante servicio: Manzanal del Barco, Carbajales de Alba, Muga, Losacio, San Martín de Tábara, Ferreruela, Abejera de Tábara, Riofrío, Sarracín, Cabañas, Las Torres, Pobladura, Mahíde y San Pedro de las Herrerías.

La baja rentabilidad, más aún en estos tiempos de crisis, y la futura apertura del AVE de Zamora a Galicia, por la otra parte de la Sierra de la Culebra, hace temer a los usuarios no ya sólo por una inminente supresión del tren regional que va desde Zamora a Puebla (el tramo de Sanabria a Orense prevé cerrar el 30 de junio), sino incluso por el cierre de la línea que ahora utilizan también los trenes Talgo.

Cabañas, en el municipio de Riofrío, es una del casi medio centenar de apeaderos y estaciones que en Castilla y León, cuenta con menos de cinco viajeros diarios: 1.099 en total al año, lo que supone tres diarios. En caso de supresión del tren regional sería una de las poblaciones más afectadas ya que nos cuenta con autobús diario. En Linarejos-Pedroso (Carballeda) lo utilizan al año 578 y en Lubián (Sanabria) solo 154.

Otra preocupación es el incierto futuro de las estaciones: las de Losacio-San Martín, Abejera y Las Torres, están abandonadas y en plena ruina, mientras que las de Carbajales, Sarracín y San Pedro, mantienen aún su arquitectura pura construidas con piedras autóctonas de las sierras por las que cruza el ferrocarril.

La construcción de la linea ferroviaria entre Zamora y Galicia supuso, a mediados del siglo XX, dotar a Aliste, Tábara y Alba de la principal vía de comunicación con el exterior. Tras siglos de caminos de herradura y barcas sobre el Esla el tren abría un camino rápido y seguro hacia Zamora. Los automóviles particulares y las líneas regulares de viajeros fueron convirtiendo a los trenes a partir de los años ochenta en secundarios, pero no por ellos menos necesarios, aunque con una baja utilización, muy en particular de los pueblos donde se mantenía la estación abierta o apeadero.

Actualmente, el tren que cubre el servicios entre Valladolid y Puebla de Sanabria, por tierras alistanas, albarinas y tabaresas, registra anualmente alrededor de 39.500 viajeros, más 9.000 desde la estación sanabresa a Orense, lo que suma 48.500, según el informe de la sociedad estatal «Inelco» para el «Plan de racionalización de servicios ferroviarios de media distancia convencional». Ello supone un aprovechamiento de solamente 10,4% que viene a suponer unos ingresos de entorno a 140.100 euros, de los billetes, cuando los costes generados suman 1.914.500 euros (1.774.400 de perdida) al año entre Zamora y Puebla, y 1.128.400 (1-241.000 negativos) de Sanabria a Orense.

Ello supone una cobertura de sólo el 7,3% de Valladolid a Puebla y 2,9% hasta Galicia. Los vecinos y las autoridades se muestran a favor de que a la hora de tomarse decisiones no se tenga solamente en cuenta la viabilidad económica, sino también la rentabilidad social y el aislamiento al que se condenaría a pueblos como Cabañas o Linarejos.