Molacillos.- Las cigüeñas invaden la singular torre de la Iglesia de San Martín de Tours de Molacillos, declarada Monumento Nacional en el año 1983 y única en Castilla y León por su estilo barroco levantino. Los vecinos observan día a día cómo las aves consolidan su asentamiento entre los recovecos de la torre. Hasta una decena de nidos se pueden contar, con el consiguiente peso que ha de soportar la estructura que corona el templo. Los nidos pueden alcanzar hasta metro y medio de altura, y cerca de una tonelada de peso.

Aunque el problema no es nuevo, porque hace años que las cigüeñas arman su casa en la torre de la Iglesia de Molacillos, tal concentración de nidos no se había conocido hasta ahora y el problema no es ajeno a los comentarios de vecinos que muestran su preocupación por las consecuencias que puede tener para el monumento.

El Ayuntamiento no ha sido ajeno a esta situación y cada año solicita el correspondiente permiso al Servicio de Medio Ambiente para retirar algunos nidos, una operación que sin embargo lleva dos años sin hacerse «porque no disponemos de medios ni de personas dispuestas a subirse allí. La última vez que lo hicimos fue entre un concejal y yo, pero hay un riesgo que no podemos correr», explica el alcalde de Molacillos, Daniel Mateos.

El alcalde asegura que este año también se pedirá el permiso, aunque «a ver cómo se hace porque requiere un andamiaje especial y eso es muy costoso. Quizá tendrían que implicarse la Junta y el Obispado para solucionar este problema». En todo caso, la retirada de los nidos no puede hacerse hasta el otoño-invierno, fuera de la temporada de cría, para no interferir en el ciclo reproductor de esta zancuda que se caracteriza por construir su casa en las más elevadas atalayas.

Una de las vecinas dice haber observado «toda la vida a las cigüeñas en la torre, pero nunca como ahora. Es una barbaridad; está la plaza llena de excrementos y cada poco se caen trozos de palos». Una inquietud que también han trasladado al recién llegado párroco de Molacillos.