El Pego.- La Laguna de El Pego conserva a estas alturas del verano un razonable volumen de agua en lo que se considera un hecho insólito y sorprendente queconvierte a la zona en un pequeño «oasis natural», en palabras del alcalde, Leónides Riesco. Las copiosas precipitaciones registradas a lo largo de la primavera han favorecido la recarga de la laguna hasta unos límites desconocidos cuando acaba de ser recuperada dentro del proyecto de creación de un espacio didáctico-recreativo que ha permitido regenerar el entorno y limpiar el espacio lacustre eliminando la vegetación. La considerable lámina de agua en las cuatro hectáreas de laguna y circundada por un notable bosque de ribera, se complementa con el proyecto de señalización de senderos que incluye la colocación de indicadores y flechas hacia los puntos más singulares del entorno y hacia la propia laguna.

El Ayuntamiento de El Pego trabaja actualmente en la instalación de la cartelería con paneles informativos sobre las características del entorno y la riqueza de fauna y flora, de manera que los visitantes puedan conocer el valor de la zona, enclavada en un bosque mixto de encina y pino. «Está ya casi terminada la instalación de mobiliario urbano y la adecuación de los paseos», explica el alcalde de El Pego, Leónides Riesco, quien no oculta su orgullo por ver hecho realidad un proyecto acariciado desde hace tiempo.

Ahora el problema es dar continuidad al mismo, obstaculizado por la falta de recursos económicos, imposibles para las modestas arcas municipales de El Pego. Tal carencia ha frenado la construcción del Centro de Interpretación que estaba incluido en el plan de recuperación ambiental de la Laguna y que se sustituirá por la adecuación de un centro cultural en las antiguas escuelas. «Lo otro resultaba muy costoso, queríamos hacerlo en la antigua casa del guarda pero el Ayuntamiento no puede permitirse esos gastos», admite el alcalde. Por ello, Riesco emprenderá una nueva "ofensiva" ante las instituciones para intentar captar subvenciones. Una de las primeras iniciativas será el envío de una carta a la nueva consejera de Medio Ambiente, Mª Jesús Ruiz, de la que Leónides Riesco espera mejores resultados que las gestiones ante su predecesor, Carlos Fernández Carriedo. «Me remitió al delegado de la Junta y al final no conseguimos nada». El objetivo del Ayuntamiento es aprovechar la puesta en valor del espacio, incluido en ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), no sólo para el ocio sino para actividades de educación ambiental. Además se iniciarán gestiones de cara a obtener una «mayor protección» dentro de las figuras establecidas por las administraciones.

El proyecto de recuperación de la laguna ha sido posible gracias a las subvenciones recibidas del grupo de acción local- Torguvi-, la Fundación Biodiversidad y el propio Ayuntamiento. La cercanía del espacio con el monte Coto de Venialbo ha propiciado el contacto de los alcalces de ambos municipios, que se han mostrado favorables a una «acción integrada» para el aprovechamiento de toda esa zona natural.