Ocho años de prisión y 28 años de alejamiento por intentar matar a su mujer con un bate en Bembibre (León)

Embistió el coche en el que circulaba con su madre y la golpeó “con violencia desmedida” con un bate de madera de 47 centímetros, mientras gritaba que la iba a matar

Sala de un juzgado.

Sala de un juzgado. / Agencias

M. Badiola (Ical)

La Audiencia Provincial de León condenó hoy a un total de ocho años y un día de prisión y a 28 años de orden de alejamiento a JM.R.F., que en el mes julio del año 2022 embistió a su pareja, C.R.R. con el coche y trató de matarla golpeándole en repetidas ocasiones con un bate en la localidad leonesa de Bembibre, en la comarca del Bierzo.

Un acuerdo alcanzado entre las partes, después de que el ahora condenado aceptara los cargos, evitó a primera hora de este miércoles la celebración durante hoy y mañana del juicio por los hechos ocurridos, de forma que el tribunal emitió ya una condena firme para JM.R.F., que tendrá que hacer frente a siete años, seis meses y un día de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa con los agravantes de parentesco y discriminación de género, así como a otros seis meses de cárcel por un delito de violencia habitual sobre su mujer.

También se le impuso una multa de 90 euros -repartidos en tres al día durante un mes- por un delito de lesiones, 56 días de trabajo en beneficio de la comunidad por un delito continuado de amenazas en el ámbito familiar y 20 días de localización permanente por un delito continuado de injurias.

Por todos los delitos citados, el tribunal impuso una orden de alejamiento a una distancia no inferior a 500 metros de la víctima durante un total de 28 años y seis meses. Además, el condenado deberá indemnizar con 32.395 euros a la que fuera su pareja “por las lesiones y secuelas físicas y por daños morales” y con más de 3.737 a la madre de esta “por las lesiones y secuelas físicas”.

Relato de los hechos

JM.R.F. mantuvo una relación sentimental con C.R.R. durante 25 años, que estuvo marcada por “el carácter controlador y dominante” de él, y tenían dos hijos en común. Según relató la Fiscalía en su escrito de calificaciones previas, el varón “controlaba de forma obsesiva” a su mujer y ejercía una “violencia psicológicas” que “también se concretaba en amenazas”, ya que le decía que “si no le obedecía le daría una hostia” o que “si le dejaba la mataría”.

Esta conducta “violenta y de control” se vio “incrementada” cuando C.R.R. decidió romper la relación, tras lo que JM.R.F. la buscaba en todo momento, utilizaba a su hija para saber de ella y publicaba estados de Whatsapp de contenido “vejatorio y amenazante” dirigidos a su expareja, con frases como ‘Eres una arruina vidas, pero ya lo pagarás de alguna manera’ o ‘La liaste cojonuda, pero tranquila que arrieros somos y en el camino nos encontraremos’. Además, en una llamada, le dijo que “anduviera con vista porque se la iba a preparar” y que si le denunciaba “se iba acordara de lo que iba a pasar” porque “no la iba a dejar tranquila, le iba a arruinar la vida e iba a hacer de su hija una puta como era ella”.

Todos estos hechos llegaron a su máxima expresión el 11 de julio de 2022, cuando el condenado embistió con su coche al vehículo en el que circulaban la víctima y su madre. Después de ello, se apeó, se dirigió al asiento del conductor, en el que se encontraba C.R.R., y comenzó a golpearla “con violencia desmedida” en la cabeza y en los riñones con un bate de madera de 47 centímetros, mientras gritaba que la iba a matar. También llegó a agredir con el bate a su madre, a la que tiró al suelo. Además, cuando los agentes de la Guardia Civil llegaron a lugar de los hechos, JM.R.F. gritaba que “tenía que haberla matado”.