La respuesta a la crisis del COVID abre un horizonte de oportunidades para crecer y transformar el sistema productivo con la llegada de fondos de la Unión Europea, pero “no habrá dos oportunidades” y su aprovechamiento será un factor diferencial de desarrollo. El responsable de Mercados de la Zona Norte de Price Waterhouse Cooper (PwC) en España, Fernando San José, defendió ayer que “hay bastantes razones para ser optimistas” en la salida sostenida de la crisis provocada por la pandemia en Castilla y León, donde “muchísimas empresas en la comunidad pueden aspirar a los fondos de transformación”.

San José afirmó que Castilla y León es una autonomía “con mayor facilidad para salir adelante que la mayoría, por su situación solvente, el sostenimiento y la menor pérdida de PIB y tasas infinitamente menores de paro que la media de España y el resto de comunidades”. “Hay motivos para pensar que hay luces interesantes para ver que esta comunidad tiene mayor facilidad para salir adelante. Con los pies en el suelo, trabajando muy fuerte y aprovechando las ocasiones, las oportunidades de los fondos de la UE, iremos saliendo razonablemente de la crisis”, explicó el alto ejecutivo de PwC que recientemente ha sido nombrado como responsable de Mercados de la zona norte de España con una especial encomienda en fortalecer su relación con la comunidad de Castilla y León.

Fernando San José sabe ya el terreno que pisa por trabajos anteriores, ha sido ejecutivo de Vocento y consejero de Iberaval, entre otras responsabilidades, y apunta como la mayor debilidad de la Castilla y León, “una de sus grandezas, su extensión” y sus diferentes niveles de desarrollo. Sin embargo, de la adversidad hace virtud y traslada que “también hay mucho espacio para la instalación industrial”.

No fue idealista sobre la implantación industrial en el medio rural, porque la gran empresa privada “es muy difícil que entre en un entorno que no es el suyo” pero apuntó a que el futuro pasa por proyectos “mucho más individuales” de empresarios que “apuesten por una alternativa menos competitiva” pero que les permita “encontrar su espacio de vida y de negocio” ligado a la realidad de cada territorio, como la transformación agraria. Eso sí, con apoyos y solidaridad desde las administraciones para la recuperación de esos espacios que “se deben proteger”, con ayudas y una fiscalidad diferenciada, que permitan quedarse al que lo desee, afirmó con rotundidad.

El analista también señaló como “inconveniente” el tamaño empresarial, la dimensión, pero también reconoce que hay grandes empresarios que han salido del territorio de Castilla y León para conquistar mercados nacionales e internacionales, frente a corporaciones de mayor tamaño. “Es verdad que tenemos un número importantísimo de pymes, que son una fuente inagotable de lluvia fina de generación económica; muchas muy reconocidas que luchan en mercados nacionales e internacionales contra corporaciones más grandes y han demostrado su solvencia”, argumenta. Así, asegura que ese tejido de pymes “puede ser también una oportunidad para dar un salto, captar inversiones y hacer crece a algunas de ellas”. Asimismo, apela a apostar por nuevos sectores para crecer aprovechando la oportunidad que se abre de inversión con las partidas de la UE, y apunta a la nueva logística, la tecnología “pura y dura”.