DÍA MUNDIAL DEL ALZHÉIMER | Carmen Capeila, Laia Giménez y Ana Paz González | Equipo de Psiquiatría de Benavente

"Para las personas con demencia lo más importante es mantener unas rutinas"

"Si queremos cuidar bien tenemos que cuidarnos nosotros y eso a veces se olvida: hay que saber parar, pedir ayuda y decir ‘no puedo’"

Una charla en AFA Benavente.

Una charla en AFA Benavente. / Foto Archivo

El equipo de Psiquiatría del Centro de Especialidades de Benavente ha ofrecido esta semana una charla sobre "Alteraciones conductuales en demencias", en el Centro de Día de Alzhéimer con motivo de las actividades organizadas por la Asociación de Familiares y Amigos de Alzhéimer de Benavente por la conmemoración en esta jornada del Día Mundial de Alzhéimer. Hablamos con las profesionales sobre la importancia de tener conocimiento de los cambios conductuales de las personas con demencia y de lo importante que es cuidarse para cuidar.

–¿Qué son las pautas conductuales de las personas con demencia?

–Cuando hablamos de demencia lo primero que pensamos es en las alteraciones de memoria pero, como el cerebro se ocupa de otras muchas funciones, pues a lo largo de la demencia van apareciendo alteraciones de conducta como puede ser una agitación, cambios en el estado de ánimo, insomnio, que deambulen sin encontrar un sitio, que repitan muchas frases o que repitan muchas acciones.

–Estas conductas pueden crear incertidumbre en el cuidador.

–Todas estas conductas pueden inquietar mucho al cuidador y hace falta un manejo específico. Hay diferentes pautas. Por nuestra parte, desde el equipo de Salud Mental, a nivel farmacológico, podemos dar un apoyo, pero a nivel conductual es muy importante proporcionar también apoyo. Para las personas con demencia lo más importante es mantener una rutina muy establecida. Para ellos mantenerse estables es muy importante. Que sepan qué se hace en la mañana, qué se hace en la tarde o qué se hace por la noche para evitar que esas alteraciones no se produzcan.

–Esos cambios conductuales son también síntomas del desarrollo de la demencia.

–Sí, forman parte de la involución del cerebro en lo que sería la aparición de una demencia. No son alteraciones que hagan a propósito para llamar la atención o para otra cosa, sino que forman parte de la enfermedad como tal.

–Hablan de la importancia de mantener una rutina muy establecida. ¿Qué otras recomendaciones habría que tener en cuenta frente a esos cambios conductuales?

–Mantener rutinas, un ambiente tranquilo. Es muy importante también no contradecirles cuando tienen unas ideas y dicen cosas que no nos parecen normales. No hay que llevarles la contraria porque no les vamos a hacer entrar en razón y ellos se pueden agitar más. Importante mantener la rutina, para eso tiene un papel muy importante la atención en el Centro de Día, y mantener la calma.

–¿Cómo influyen esos cambios conductuales en el cuidador? ¿Es muy complicado de manejar?

–Es muy complicado para todos pero, sobre todo, para el cuidador que suele ser alguien de la familia cercano. Estos cambios se lo ponen más difícil. Hay algunas herramientas, como una aplicación móvil que presentamos a los familiares, que pueden ayudar a los cuidadores de personas con demencia y también vamos a realizar una encuesta para ver cómo está afectando ser cuidadores de estas personas. Nosotras en consulta acabamos viendo mucho paciente cuidador principal de personas dependientes que vienen con ansiedad y síntomas depresivos por la situación.

–¿Qué aborda esa aplicación móvil?.

–Es un proyecto de la OMS que recientemente se ha traducido al castellano y a través de un QR accede a distintas herramientas del cuidador donde se les ofrece nociones básicas de lo que es la demencia, cómo se desarrolla, las diferentes alteraciones de conducta que hay, cómo poder ayudar o cómo pedir ayuda. Es didáctica y puede venir muy bien.

–Es habitual que las personas dependientes, con demencia, sean personas mayores.

–Así es. Cuando hablamos de la persona dependiente con una demencia suele ser una persona mayor que no únicamente pierde la capacidad cognitiva, también la capacidad física.

–La forma de actuar ante estos cambios conductuales influye también en una falta de calidad de vida del paciente y del cuidador?

–Sí, tanto de la persona con demencia como del cuidador. Al final algunas conductas que pueden ser de poco riesgo, o que nosotros sabemos que son conductas de poco riesgo como, por ejemplo, una actividad que repita a menudo o una pregunta que haga de forma repetitiva pues, si no tenemos conocimiento de que forma parte de la demencia y cómo manejarla, eso al final va a disgustarnos y vamos a pensar que está pasando algo grave, o que está peor de lo que está. Tener unas nociones básicas de todas estas alteraciones, por qué se producen y cuándo realmente es de gravedad y cuándo hay que consular y cuándo no, pues es importante.

–Alguna otra recomendación a tener en cuenta por el cuidador?

–Para cuidar hay que cuidarse. Es lo principal. Si queremos cuidar bien, tenemos que cuidarnos nosotros. Eso a veces se olvida y cuando vemos al cuidador en consulta es justo por eso, porque no se ha cuidado. Hay que saber parar, pedir ayuda, decir no puedo.

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