Nueve artesanos de diferentes puntos de la geografía nacional muestran desde ayer y durante todo el fin de semana sus piezas hechas a mano en la Plaza Mayor. Son los participantes en la XXXVIII Feria de Cerámica y Alfarería de Benavente que vuelven cada año con la ilusión de "vender algo de mercancía", "de pasar un fin de semana diferente" o "porque estamos cerca, porque la feria en sí no tiene mucho movimiento", explicaban algunos de los participantes.

La inauguración tuvo lugar ayer de la mano con presencia de autoridades municipales como el alcalde o la concejala de Cultura, quien puso en valor el lugar de celebración en la Plaza Mayor. "Este Equipo de Gobierno ha apostado por darle vida a la Plaza Mayor y la celebración de esta feria es una iniciativa más para ello", explicó la concejala Marian Martínez, quien reconoció la "falta de tiempo en esta ocasión para lograr traer más artesanos, una vez que tres de los habituales se han jubilado".

En un recorrido por la feria se pueden apreciar las artesanales piezas de Pereruela, con gran aceptación en la ciudad; también la cerámica típica de Talavera, elaborada a mano y con sus llamativos colores azul, amarillo, negro, verde, naranja y un violeta muy pálido; los botijos o piezas de jardinería de Moveros, y su alfarería hecha en horno de leña con barro autóctono unas piezas y refractario otras. También está presente la cerámica de Jiménez de Jamuz y la de Puente de Arzobispo, de Toledo con piezas de uso doméstico, más funcionales, pero también pendientes y colgantes artesanales; los llamativos azulejos de la cuerda seca hechos sobre barro rojo de Salvatierra; o las creaciones propias de Arroyo de la Luz.