Los alcaldes de diversos pueblos de la zona transfronteriza del distrito de Braganza y de la provincia de Zamora marcharán a pie el próximo mes de marzo con el fin de «sensibilizar» al Gobierno español de la «necesidad» de agilizar la autovía A-11 entre la capital y la frontera portuguesa. La reivindicación pretende provocar una reacción en el Ministerio de Fomento, ante el avance de la conexión del lado portugués, ya que la autopista Tras os Montes-Alto Douro llegará en 2012 a España, donde encontrará un «embudo», criticó ayer el presidente de la Diputación, Fernando Martínez Maíllo.

Los impulsores de la marcha reivindicativa -veinte kilómetros a pie a cada lado de la frontera- anunciaron la reivindicación en la localidad lusa de Samil, junto a uno de los viaductos de la «avanzada» autopista portuguesa. El encuentro, organizado por la Cámara municipal bragantina, evitó la «crítica» como objetivo, aunque el presidente de la institución provincial, Martínez Maíllo, dijo «constatar la diferencia entre un proyecto avanzado de manera importante» y otro, la Autovía del Duero a Quintanilla, cuyo «plazo para la redacción del proyecto ha finalizado y no sabemos nada de nada».

Es más, el representante de la Diputación advirtió que en los presupuestos de los próximos tres años «no contemplan ni una sola partida para la ejecución de la obra». Según la información que dibujó Martínez Maíllo, los proyectos de los cuatro tramos en los que se divide la vía de alta capacidad están ya redactados, aunque «no se ha hecho un solo trámite administrativo».

La autopista entre las localidades lusas de Vila Real y Braganza tiene prevista su entrada en funcionamiento el próximo año, aunque precisa de continuidad una vez rebasada La Raya. Así, Martínez Maíllo dio a conocer algunos cálculos sobre las nuevas distancias, que se traducirán en 45 minutos desde la capital hasta Braganza y menos de tres horas a Oporto. Actualmente, esos tramos se recorren en más de una y tres horas, de manera respectiva.

El presidente de la Cámara municipal de Braganza, Antonio Jorge Nunes, que ayer actuó como anfitrión en el encuentro, censuró el retraso de la infraestructura y puntualizó que «sería inédito que Braganza completara su tramo de autopista y que España no tuviera lista su autovía». Nunes cree que el Gobierno español «no ha hecho el trabajo necesario» para facilitar el desarrollo de la vía de alta capacidad, lo que puede impedir una realidad que reiteró en varias ocasiones: «Concitar los calendarios para que las conexiones estén acabadas de manera simultánea». Los representantes zamoranos y bragantinos coincidieron en señalar la «importancia» que tiene la reducción de tiempos en la comunicación desde el punto de vista «social, económico o cultural».