Algunos tramos de la futura autopista Tras os Montes-Douro podrían ser de pago, una realidad a la que las localidades trasmontanas se oponen de manera frontal y que afectaría a los zamoranos que utilicen la nueva infraestructura, que discurre hacia Oporto por la actual vía rápida IP-4. El presidente de la Cámara municipal de Braganza, Antonio Jorge Nunes, expresó la «injusticia» que supondría hacer de pago el trazado de la A-4. La autopista cuenta con 130 kilómetros entre Braganza y Vila Real y otros 63 entre esta localidad y Amarante. De ellos, es seguro ya que la variante que acorta distancias por el sur bragantino, de diez kilómetros, no será gratuita.

Sobre esta posibilidad, los dirigentes de las localidades de Tras os Montes reivindican que esta región «quedó históricamente para atrás», una realidad incompatible con la aplicación de tarifas por el uso de la vía. «No puede ser que esta parte sea de peaje cuando el nivel de desarrollo de los pueblos trasmontanos es inferior al del centro del país», expresó enérgico Nunes, quien, de producirse, vería esta situación como «un verdadero acto de injusticia».

Según el responsable de la Cámara municipal local, el Ejecutivo portugués se comprometió a dejar libre el uso de la conexión con Oporto por vía de alta capacidad. «Los trasmontanos somos gente que entiende la palabra, y la palabra dada por el Gobierno es que podríamos utilizar las nuevas carreteras libremente».

Por otro lado, el anfitrión de la visita que ayer realizó la Diputación provincial a la localidad bragantina de Samil evitó pronunciarse sobre el desarrollo de otras posibles conexiones entre el norte de Portugal y la provincia zamorana. «Hoy nos interesa sensibilizar a las autoridades españolas de la necesidad de conectar simultánemente los trazados portugués y español», zanjó Nunes, para concluir que «no es posible que las comunicaciones del lado de Zamora se encuentren igual que antes de la entrada de ambos países en la Unión Europea».

La futura A-4

Amarante- Vila Real- Braganza

El trazado de alta capacidad que discurre por la antigua IP-4 se compone de dos tramos principales. El primero es de 63 kilómetros y une las localidades de Amarante y Vila Real. El segundo cuenta con 130 kilómetros y enlaza esta localidad con Braganza.

509 millones

La inversión inicial prevista para la ejecución de las obras es de 509 millones, una cuantía que se amplía a más de 800 si se contemplan las labores de mantenimiento durante los próximos treinta años.

Una media de treinta minutos

Con la nueva A-4, Braganza se acerca una media de treinta minutos a sus localiadades vecinas. Reduce la distancia en 36 minutos con Vila Real o Viseu, en media hora con Viana do Castelo, en 40 minutos con Guarda y en 44 con Oporto.