«Nada volverá a ser como antes». La frase del ministro de Fomento, José Blanco, acompañó al anuncio de recorte de inversiones, que, como mínimo supondrá un retraso de un año en la mayoría de las actuaciones tanto de ferrocarriles como de autovías, como regla general. Blanco dijo que el recorte afectará por igual a todas las autonomías, pero no concretó cómo van a quedar los respectivos proyectos e incluso las obras en ejecución, salvo en contadas excepciones. Es el caso del AVE a Valencia, que acabará en plazo y el de Santiago-Orense, comprometido para 2011. En el caso del AVE entre Madrid y Galicia a su paso por Zamora, el ministro tuvo una referencia genérica de la que se deduce claramente que la obra se hará y se intentará que no tenga retrasos. El diputado socialista, Jesús Cuadrado, entiende que el ministro ratificó que cumplirá «los acuerdos firmados» y la infraestructura estará en el plazo previsto.

Otra cosa son las autovías Zamora-Benavente y la de Zamora-frontera portuguesa, que habrá que esperar para ver si siguen incluidas en el nuevo plan de infraestructuras de la crisis, se han caído o si se retrasan.

Como regla general, las obras de carreteras y ferrocarriles que ejecuta el Ministerio de Fomento sufrirán un retraso medio de al menos un año como consecuencia del recorte de 6.400 millones de euros que experimentará su presupuesto de inversión en dos años, 2010 y 2011. Fomento será así el Ministerio que absorberá «el mayor impacto» de la reducción de inversión pública anunciada por el Gobierno dentro del paquete de medidas de ajuste para reducir el déficit público. Blanco explicó que el impacto de este ajuste en Fomento tendrá «consecuencias en todo el territorio», dado que obligará al Ministerio a «replantear todo el programa de inversión pública» de los cuatro próximos años para «reprogramar la mayoría de las inversiones que se están acometiendo y reconsiderar las que no son imprescindibles». Esto se traduce en que «vamos a posponer nuevas licitaciones, demorar plazos de finalización de obras, suspender temporalmente actuaciones e incluso anular contratos en ejecución», concretó el ministro ante la Comisión de Fomento del Congreso.

«Con el presupuesto actual no se van a cumplir los objetivos fijados en el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes 2005-2020», que guía las actuaciones de Fomento, «que será revisado», añadió. Blanco informará del «cuadro definitivo de inversiones para este nuevo escenario», cuando, tras el ajuste, quede definido el marco presupuestario del próximo cuatrienio. Esperará también a conocer el nuevo escenario presupuestario para definir los proyectos que se acometerán con capital privado en 2010 y 2011 en el nuevo Plan Extraordinario de Infraestructuras, con el que se busca paliar el descenso de recursos públicos.

Blanco enmarcó el ajuste de su Ministerio en el «esfuerzo de austeridad y responsabilidad» que es preciso realizar en aras del objetivo global de reducción del déficit. No obstante, advirtió que el recorte de inversión en 2010 y 2011 tendrá «consecuencias» en los ejercicios posteriores. «La senda que se marca es irreversible y ya nada será lo mismo en la obra pública», porque, según aseguró, «en los últimos años se han planificado infraestructuras por encima de las realidades y las necesidades del país».

El ministro de Fomento, José Blanco, se mostró dispuesto a otorgar una concesión de 40 años a coste cero a las Cámaras de Comercio que afirman que el tren Ruta de la Plata es rentable y señaló que va a remitirles su propuesta por carta. Blanco se refirió al estudio de las cámaras que calcula en 15,6 millones de toneladas al año las mercancías que podrían transportarse con la reapertura de la línea, en el corredor Algeciras-Gijón. El ministro criticó que se quiera tener «todo en todas partes» y ha dicho que es muy fácil reclamar la rentabilidad de una infraestructura y luego imputarle «más déficit al Ministerio de Fomento».