Si hablo de un terrorista vasco que además es un chulo, todo el mundo sabe que estoy hablando de Arnaldo Otegi. El dirigente de Sortu acaba de protagonizar un nuevo acto de chulería barata, de insolencia. Siempre se ha pasado por el arco del triunfo o el forro de sus cataplines la ley, el orden, la convivencia y la paz (entérese señor Iglesias), por eso apoyaba a los que apretaban el gatillo y detonaban la bomba. Esta vez no iba a ser menos. Quiere protagonizar el asalto político a las altas instancias públicas de Euskadi, aunque ni puede, ni debe por sentencia, y ha hecho lo que mejor sabe hacer: amenazar. El Partido Popular ya le ha pedido que "deje de lado las amenazas" y respete la sentencia que le inhabilita para el desempeño de cargo o empleo público, derivada de su condena por el caso Bateragune. Lo que no puedo entender es que ni el PSOE ni Ciudadanos hayan abierto la boca al respecto.

El terrorista Otegi, quiere ser lendakari. Nada ni nadie va a robarle ese vano afán. Lo ha dejado bien claro: "No va a haber tribunal ni Estado, ni Guardia Civil, ni Ejército español que vayan a impedir" que sea el candidato de BH Bildu a lendakari para las próximas elecciones vascas, que tendrán lugar el próximo 25 de septiembre. Y ya que no mencionó directamente a la Conferencia Episcopal Española, a la Asociación Víctimas del Terrorismo y a la Asociación Hasta el Moño de estos y de los que son como ellos. Si esa forma de expresarse no pone al descubierto al chulo (en el peor sentido de la palabra) que Otegi lleva dentro que baje Dios y lo vea.

Su candidatura sería una burla al estado de derecho y a las víctimas del terrorismo etarra que siguen llorando a sus muertos. ¿Qué es eso de que Eh Bildu y sus bases han acordado "de manera soberana" que Otegi sea el aspirante a lendakari? Aquí no hay más soberano que el rey de España, ni más soberanía que la del estado de derecho. Y como Otegi y los bilduetarras no evolucionan, sino que permanecen en la prehistoria, empuñando el mazo, pues siguen con la inmisericorde letanía que, por vieja, todos conocemos sobradamente: "Como ciudadanos vascos libres no colonizados por el Estado español", tienen pensado ir "hasta el final con esa decisión" y bla, bla, bla. Lo de siempre. Lo de toda la vida. Estimo que son estos los que han colonizado ese pedazo de España que es Euskadi y por lo tanto los que deberían largarse con viento fresco. Que no intenten colonizar el sur de Francia porque hace tiempo les cerraron las puertas de su santuario erigido al dios del terror.

El chulo este, de manos manchadas de sangre, terrorista de profesión y extorsionador de condición opina, a propósito de su inhabilitación que "desgraciadamente la izquierda independentista está muy acostumbrada a los vetos y la represión". ¡Hace falta ser cabrón! Estos reprimidos han vivido toda su puta vida como dioses paganos, haciendo lo que les venía en gana, fundamentalmente matando al prójimo por el sectario hecho de ser español o uniformado o contrario a sus ideas. Buenos argumentos para matar, cuántas veces con las bendiciones de una parte de la iglesia vasca, obispos, clérigos diocesanos y religiosos que los protegían y escondían no solo en las sacristías, también en sus conventos. Sé bien de lo que hablo. Nada que no me contara un buen día un religioso arrepentido y asqueado de la deriva etarra. La fiscalía permanece atenta. Ya veremos qué instancia lo priva de su afán.