Si hay alguien en el Zamora CF que sabe bien lo que es jugar en el Carlos Tartiere ese es Salva Rivas. El sevillano, que estuvo el pasado año en el Real Oviedo, regresará el domingo a una ciudad en la que, a pesar de que no pasó su mejor año deportivo por resultados y minutos de juego, sí se sintió cómodo y "será bonito volver". En esta ocasión lo hará desde las filas rojiblancas y es consciente de que les esperará un encuentro complicado ya que "allí es difícil ganar y este año se han reforzado aún más con jugadores que están siendo muy importantes como es Linares (19 goles hasta el momento)" y cuentan con un gran apoyo de su afición que está absolutamente volcada con el equipo, con más de 16.000 personas en las gradas.

Frente a esa superioridad que se les presupone a los ovetenses, el Zamora viaja dispuesto a mantenerse fiel a su filosofía y sus premisas pasan por mostrarse como un equipo muy organizado, que concede pocas ocasiones y "tratar de aprovechar las que nosotros podamos tener", comentó Salva Rivas. En el equipo zamorano han hablado del potencial de los asturianos, que no han cedido ni un solo punto en feudo propio, y saben que "tienen muy pocos puntos débiles. Tendremos que estar defensivamente muy bien y aprovechar todo lo que podamos".

Lo que aún es una incógnita para el centrocampista y el resto de sus compañeros es el equipo titular. "El míster no da pistas. Esperanzas de jugar tengo y sería bonito recuperar la titularidad en el Tartiere, pero aún no sabemos nada". A este respecto Roberto Aguirre tampoco quiso avanzar nada ni hablar sobre posibles variaciones en el equipo que saldrá de inicio. Uno de ellos es obligado con la sanción de Kurbus y, salvo sorpresa más que mayúscula, será Jesús Garretas quien recupere el sitio en el centro de la defensa junto a José Carrillo. En el resto es probable que no haya cambios y si los hay serán muy puntuales.