A punto de acabar la sexta temporada formando parte del Club Balonmano Zamora, miro atrás y me doy cuenta de todo lo recorrido para llegar a este punto. Trayecto que comenzó gracias a la confianza de de las tres personas que van a hacer que este club siga creciendo en próximos años Quintana, Iñaki y Arcel; nunca se sabrá la magnitud real de vuestro esfuerzo por nuestro deporte.

Carlos, Octa, Jortos, Peli, Fernando, Jose e Iñaki siguen en el 40x20 desde entonces; de ellos he aprendido que la ilusión puede más que las lesiones; que no es incompatible el ser jugador y entrenador dentro de la pista; que una relación de amistad puede más que una relación jugador-entrenador y que no hay horario laboral que aparte a un jugador de una pista cuando en ella está ¡SU EQUIPO!

Leo llegó hace 4 años y, desde entonces, me ha enseñado a ver las diferentes perspectivas de este camino, el que recorremos día a día. Gran persona y gran entrenador, ha sido uno de los mayores impulsos para el proyecto de un club que hoy tiene su premio. Aquí tienes tu merecido agradecimiento, otras veces negado: Gracias Leo.

Guille y Sandín son los dos primeros jugadores formados desde las categorías de base de este club. Después de «comer mucho barro», su esfuerzo y ganas de mejorar deben ser ejemplo para todos esos y esas «minicometas» que han comenzado a disfrutar del viaje a través del balonmano en este club. Dela, Luis Posado y Catanas son los siguientes en llegar desde esta joven fábrica con pocos años en funcionamiento pero, sin duda, no serán los últimos en llegar a la meta que supone el primer equipo.

Incorporaciones como las de Miguel, Andrés, Chile, Recio o la «incompresible» pero afortunada llegada de «Don» Alberto Miranda, sin duda me han mostrado como la profesionalidad de un jugador no va ligada a su cuenta corriente y que no hay régimen interno que pueda tener más peso que un jugador implicado, feliz.

Por el camino, nos ha ido dejando gente terriblemente valiosa como Óscar del Barrio, Rafa Margareto, Mario, Óscar Álvarez, Raúl y tantos otros que, por motivos personales u otras circunstancias, se han visto alejadas de este proyecto, pero quién sabe si en un futuro volverán a juntarse.

Me gustaría acabar con una corta pero contundente frase del gran Pepe Gómez, primer seguidor del Balonmano en Chile, la cual suscribo plenamente: «Un club deportivo no es más que un grupo de personas trabajando por un fin y objetivo común» y en eso si que somos campeones. Entre todos los que formamos parte de este proyecto hemos demostrado que otra forma de hacer las cosas es posible, que nuestro modelo es válido y lo mejor... El camino continua.