Cerca de 80 personas se concentraron en la plaza de Casa de la Juventud de Villardeciervos momentos antes de la celebración de la subasta en protesta por la gestión de la Reserva y el recorte de servicios en el medio rural. Fueron convocadas por la Asociación para la Defensa de Sanabria y Carballeda. Su representante, José Rodríguez Ballesteros, apeló a «decir no a la administración y gestión autoritaria de la reserva , impuesta por el régimen de Franco sin consultar». Cuarenta años después de su imposición «quedan menos pueblos con vida y más fauna salvaje». La asociación reclamó «libertad» para que vecinos y pueblos decidan si quieren pertenecer a la Reserva «porque nadie está obligado a soportar ni en sus pueblos, ni en sus vidas, una fuente permanente de daños, con compensaciones que son unas pequeñas migajas». Rodríguez instó al presidente de la Comunidad a impedir que el Gobierno de la nación impute en la Ley de Seguridad Vial la responsabilidad de los accidentes con fauna a los conductores. Exigió a la CCAA que aplique los mismos criterios que exige al Estado en el reparto de fondos -despoblación , aislamiento y dispersión- para no hacer recortes de servicios en la comarca de Sanabria- Carballeda. Pidió que el 1,3 millones de euros que se destina a la Reserva se emplee en microcréditos para proyectos productivos. La Asociación criticó que la Diputación tenga «amarrados en el banco 23 millones» sin invertir en bienes y servicios, empleo y fijación de población. El colectivo denunció que 3.000 habitantes abandonan la provincia al año, lo que convierte a los políticos en «desertizadores del mundo rural». Los recortes son ilegales en la Ley de Agricultura de Montaña. También se pidió una investigación por el deterioro en el patrimonio histórico-cultural de la Reserva con trabajos selvícolas en el castro de Castillón de Boya, en el castro de Peña Mira, la construcción de una balsa en la cañada de Pedroso, y la eliminación de un tramo de la calzada romana Astorga-Braganza entre Villanueva de Valrojo y Villardeciervos. José Luis Baladrón calificó de «porquería» la gestión de la Reserva.