Una bandada de 200 buitres acaba con la vida de una vaca que acababa de parir en Pedro Toro (Salamanca)

Asaja exige a la Junta de Castilla y León que ponga remedio esta situación “inmediatamente”

“He visto cómo la vaca me miró a mí y miró al becerro y ahí supe que iba a morir", asegura el ganadero afectado, Saturnino Benito Peinado

Una bandada de 200 buitres acaba con la vida de una vaca que acababa de parir en Pedro Toro (Salamanca).

Una bandada de 200 buitres acaba con la vida de una vaca que acababa de parir en Pedro Toro (Salamanca). / LOZ

Ical

Una bandada de buitres acabó con la vida de una vaca que acababa de parir en una explotación ganadera de la localidad de Pedro Toro, en la provincia de Salamanca. Así lo denunció este jueves la organización agraria Asaja, que exigió a la Junta de Castilla y León, en un comunicado remitido a Ical, que ponga remedio esta situación “inmediatamente” e insistió en que no deben ser los ganaderos quienes acarreen con los costes de los ataques de la fauna salvaje.

Según el relato transmitido a Asaja por el ganadero afectado, Saturnino Benito Peinado, la mañana del 20 de abril dejó la explotación, con vacas limusinas, donde un ternero acababa de nacer esa misma noche, para regresar a casa y comer. A su regreso, unas horas después pudo vislumbrar cómo una bandada de buitres se echaba encima de la vaca recién parida. 

“La vaca, cuando me fui, se quedó a la orilla de la carretera y se encontraba en perfecto estado. Para mi sorpresa, a las 15.00 cuando regresé a la explotación, vi cómo unos 200 buitres la estaban atacando”, explicó el ganadero, quien puedo comprobar como su animal estaba “totalmente destrozado de la paliza que tenía”. Tras el suceso, Saturnino decidió llamar al Seprona y a un técnico de Medio Ambiente, que se desplazaron inmediatamente.

He visto cómo la vaca me miró a mí y miró al becerro y ahí supe que iba a morir. Es muy duro tener que ordeñar a la vaca recién muerta para que el ternero pudiera tener calostros frescos. Ver morir a tus animales es algo muy frustrante y algo que a los ganaderos nos duele”, manifestó en declaraciones difundidas por la opa. 

Asaja, por su parte, insistió en que la administración debe hacerse cargo de los daños que ocasionan estas aves, puesto que “es su responsabilidad” e insinuó que debería sufragar todos los gastos y habilitar medidas para que cesen los ataques de esta especie