Un satélite escolar que quiere volar alto

Alumnos del IES Maestro Haedo participan en el desafío CanSat, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea

El equipo del IES Maestro Haedo, con sus profesores. | Cedida

El equipo del IES Maestro Haedo, con sus profesores. | Cedida / B. Blanco García

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Es la primera vez que se enfrentan a un desafío de esta envergadura y están tan ilusionados como nerviosos. Un grupo de alumnos de 2º de Bachillerato del IES Maestro Haedo, con su profesora de Física Alicia Sampedro como mentora, se han embarcado en la aventura de diseñar un pequeño satélite, participando en el desafío CanSat, una iniciativa de la Agencia Espacial Europea que propone a estudiantes de diferentes países construir y lanzar un mini satélite del tamaño de una lata de refresco.

Han sido mucho meses de estudio y preparación, también para el grupo de profesores que está detrás de este proyecto, quienes han tenido que aprender desde cero sobre la construcción de satélites, gracias a cursos impartidos en el CFIE de Palencia, especializado en TIC. Por su parte, los alumnos se han dividido en equipos que controlan el diseño y desarrollo del paracaídas de la antena, la programación Arduino y el diseño de la carcasa.

Dos proyectos zamoranos

Aunque en principio cada provincia de Castilla y León tenía una plaza asignada para este proyecto, finalmente serán dos representantes de Zamora los que acudan hoy a Herrera de Pisuerga a realizar el lanzamiento de sus pequeños satélites. Así, junto al grupo del IES Maestro Haedo estará otro equipo del IES León Felipe, de Benavente.

Un CatSat es una simulación de un satélite real, integrado dentro del volumen y la forma de una lata de refresco. "El desafío para los estudiantes es adaptar todos los subsistemas principales que se encuentran en un satélite, como la energía, los sensores y un sistema de comunicación, dentro de este espacio tan reducido", se explica desde la organización de la Agencia Espacial Europea. Además de hacer que los satélites de los institutos lleguen a despegar y volar, según las normas del concurso, también tienen que recuperarse, por lo que los lanzamientos se realizarán a primerísima hora de la mañana, aprovechando unas temperaturas no demasiado elevadas en la atmósfera, lo que sería contraproducente para el resultado que se quiere obtener.

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