El derribo de las oficinas del Museo de Semana Santa de Zamora costará 50.000 euros

El contrato con la empresa zamorana que realizará las obras no se formalizó hasta el pasado jueves

Parte que queda por derribar del Museo de Semana Santa.  | J.N.

Parte que queda por derribar del Museo de Semana Santa. | J.N. / Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

48.398 euros costará el derribo del edificio de oficinas de la Junta pro Semana Santa, última parte que queda por tirar del antiguo Museo de la Pasión de Zamora, debido a que el anterior adjudicatario dejó esta parte al existir algunos problemas con la vecina colindante.

Será una empresa local, Excavaciones R. Lozano la que se hará cargo de la obra, adjudicada, por cierto, al menos formalmente este pasado jueves. La dirección de obra había sido adjudicada semanas antes al mismo equipo de arquitectos que se encargará de levantar el nuevo Museo de Semana Santa, que son también los autores del proyecto. Con el coste de la ejecución y la dirección de obra el derribo subirá de 50.000 euros.

En todo caso, según informó la delegada de la Junta en Zamora, Leticia García, la ejecución de esta obra está pendiente de que la Administración pueda acceder a la vivienda colindante para comprobar su estado y así poder formalizar el seguro correspondiente para llevar a cabo el derribo. Aunque en principio se trata de una actuación que no debería producir mayores problemas los técnicos se tienen que asegurar de que no ocurre ningún percance. Además del derribo se vallará el recinto.

Licitación de las obras

Tarde un poco más o menos parece que el asunto del derribo del edificio de las oficinas es un asunto menor, y lo realmente importante es que salga por fin la licitación de las obras, que es el trámite que pondrá en marcha el reloj para la nueva adjudicación de la construcción y que por fin se empiecen a ver las máquinas trabajando en el solar.

El hecho de que el edificio del Museo esté derribado y por tanto la Semana Santa de Zamora no tenga ya sede donde albergar los pasos y punto de salida y llegada de las principales procesiones hace que el tiempo sea, ahora mismo, un factor vital.

Si ya estaba prácticamente descontado el plazo de 2025 para volver a disponer de un Museo donde centralizar la vida semanasantera en la Pasión, la tardanza que están llevando los sucesivos pasos hace que nadie se atreva a dar ya un plazo para volver a tener un edificio operativo.

Y es que ha transcurrido ya un año desde la paralización efectiva de las obras y todavía no se sabe cuándo podrán reiniciarse de nuevo, a pesar de que todas las administraciones implicadas han apoyado de forma cerrada a la Junta de Castilla y León para que pueda avanzar sin problemas políticos en la gestión y la ejecución de los trabajos.

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